Afronta la que será sin duda su temporada más estresante de todas las que ha tenido como piloto profesional. El año 2018 será para Fernando Alonso una prueba de fuego para su resistencia, tanto mental como física, pero también para su amor a la competición. Salvo en el Prólogo del Mundial de Resistencia, el asturiano lo correrá todo, algo que tiene como objetivo el dar un paso más en la búsqueda de la triple corona para así convertirse en uno de los pilotos más completos de la historia del automovilismo. Sin embargo, hay muchas cosas de la historia que seguimos sin saber.
Entre ellas están las dudas del propio Fernando a final de la pasada temporada. Tal y como ha reconocido en una entrevista exclusiva concedida a F1 Racing, a finales de 2017 dudó con la posibilidad de abandonar su carrera en el Mundial de Fórmula 1 para centrarse en el asalto a las 500 Millas de Indianápolis y a su participación en las 24 Horas de Le Mans.
Sí, pensé en la posibilidad de cambiarme de campeonato y parar en la Fórmula 1. Después de competir en la Indy 500 el año pasado, cuando regresé hubo un par de carreras en Austria y Silverstone cuando pensé: “tal vez el próximo año yo podría probar un campeonato distinto. Podría hacer una apuesta completa por la triple corona y hacer Indy y Le Mans y tal vez esa sea la mejor opción. Sin embargo, sentí que ese no era el momento de dejarlo, no justo en ahora, no después de esos resultados, no con esas sensaciones.
La decisión del asturiano contrasta con la de otros pilotos que decidieron apartarse de los circuitos de la Fórmula 1 y que posteriormente se arrepintieron de ello. Algunos como Michael Schumacher pudieron volver, otros muchos se fueron para ya nunca más poder volver.
Sabía que me habría arrepentido para el resto de mi vida y eso hubiera sido un muy mal sabor de boca para el resto de mi carrera deportiva. Definitivamente quiero triunfar. Hay asuntos pendientes para mi y McLaren juntos y creo que este año es el momento para que todas estas cosas cambien. Estoy muy seguro de ello.