Austin es un lugar particular para McLaren, dónde los coches de Woking han puntuado en los cinco Grandes Premios de Estados Unidos disputados allí. El MCL32 ha rendido mejor en las últimas carreras y la llegada a la dualidad norteamericana ayuda a que la Fórmula 1 recupere parte del trabajo establecido en los últimos meses, ayudando en parte a los monoplazas ingleses. Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne han vuelto a ser habituales de la zona de puntos y su rendimiento desigual en la sesión de clasificación es una demostración de las diferencias estratégicas.
El de Oviedo no tenía las garantías de poder progresar más allá de la Q2 en el Circuito de las Américas, vista la igualdad extrema y a la vez habitual de parte media de la parrilla. Pero Alonso ha podido volver a extraer las décimas necesarias al McLaren, entrando en la Q3 por cuarta carrera consecutiva y sacando un noveno puesto de mérito, que será octavo en parrilla ante la penalización de Max Verstappen. Saldrá el asturiano justo detrás de Carlos Sainz y entre los Force India, con Vandoorne cayendo en Q2 y penalizado.
«Muy buen sábado, la verdad es que estoy muy contento», comentó Alonso respecto a su actuación. «El viento de cola nos complicó la situación, sobre todo en las curvas rápidas. Saldremos octavos y será difícil parar a Verstappen mañana pero estaremos atentos«. El de McLaren explicó que no esperaba pasar a la Q3, después de asegurar en pista que no podía sacar más de su coche, aunque se muestra más optimista de cara a la carrera.
«Esperamos poder puntuar tras tres carreras con mala suerte, perdimos una oportunidad de oro en Singapur». Alonso aún parece demostrar el empeño por mejorar que se supone que caracteriza a todo buen piloto profesional, un hecho más que esperado en un bicampeón del mundo. La llegada del final de la temporada suele apuntalar las mejoras de McLaren, encabezada por un Alonso que tiene opciones serias de puntuar en Austin, aunque no tiene por qué tener la garantía alcanzar ese top 10 en medio de la igualdad general.