No fue una carrera fácil para Fernando Alonso a pesar de que el Gran Premio de España no haya vuelto a ganarse el derecho de ser considerada una de las carreras más emocionantes de lo que llevamos de temporada. El asturiano salía con ganas de buscar un gran resultado delante de todos su incondicionales aficionados y aprovechar además para valorar si el gran paquete de mejoras traído aquí por McLaren Racing sería suficiente para dar un paso al frente.
Sin embargo, el accidente de la primera vuelta iba a ser un gancho directo a sus aspiraciones. La capacidad de reacción de Alonso le permitiría sortear el coche trompeado de Romain Grosjean, pero las posiciones perdidas le obligarían a remontar a partir de ese momento, aprovechando en este caso los abandonos por delante, incluido el de su compañero, Stoffel Vandoorne, y sacando partido a una velocidad punta mejor que la del único Toro Rosso superviviente, el de Brendon Hartley.
La salida fue mala, nos quedamos arrinconados en la curva 2 y perdimos bastantes posiciones. A partir de ahí fue una carrera muy difícil. Tenía gomas superblandas y, encima, había perdido posiciones. Nuestra única opción era ganarlas al principio y, luego, parar pronto. Y nos encontramos con que habíamos perdido y teníamos que parar pronto. Por tanto, creía que iba a ser imposible coger puntos. Por lo que la octava posición me deja un sabor de boca estupendo. Mantenemos la cuarta posición en constructores, lo cual era muy importante
Su duelo con Charles Leclerc le llegó en el peor momento, y a pesar de que el tapón de Marcus Ericsson a Carlos Sainz Jr. permitió que los cuatro se juntarán, el correoso piloto monegasco le ha peleado la posición hasta el último momento. Sólo la experiencia y agresividad de Fernando en la resalida tras el VSC provocado por el abandono de Esteban Ocon, terminarían por ayudar a que el de McLaren finalizara la carrera justo a espaldas del otro español, manteniendo una sólida ventaja en el duelo personal que mantienen ambos.
Vamos dando pasitos adelante. Seguramente, estuvimos en China a ocho décimas del Renault; en Bakú, a ocho décimas y media del Renault y aquí hemos estado a un nivel muy parecido. En el crono, en la misma décima y en carrera, también. Creo que hemos recuperado esas décimas con alguno de los equipos potentes. Pero vemos que tanto Mercedes, como Ferrari y Red Bull siguen en otra liga. Ha sido una carrera un poco aburrida en ese sentido.