McLaren llegó a Brasil con la esperanza de seguir peleando en la zona de puntos si el coche seguía en su ritmo ascendente. Quizá las expectativas del equipo de Woking eran elevadas, pero el resultado de hoy puede haberle roto los esquemas a más de uno. Los coches ingleses han funcionado de forma desigual, con Fernando Alonso entrando en la Q3 y Stoffel Vandoorne cayendo en la Q2 a pesar de demostrar buen ritmo durante todo el fin de semana.
Alonso ha parecido superior a Vandoorne en Interlagos, aunque el bajón del belga este sábado es algo más inexplicable a pesar de la igualdad constante en la parte final del top 10. El asturiano ha arañado algunas posiciones entre los cinco primeros en diferentes sesiones y acabó séptimo en la decisiva Q3. La sanción a Daniel Ricciardo hace que parta desde la sexta posición en la parrilla de salida, su mejor lugar en parrilla desde el GP de Estados Unidos de 2014 y su mejor partida en la época McLaren Honda.
«La vuelta ha sido muy buena. Preparación excelente, no hemos tenido tráfico… muy cerca de Pérez pero también cerca los demás de nosotros», declaró un cauto Alonso. «Las posiciones de nuestra zona pueden cambiar en poco tiempo, habrá que aprovecharlo mañana. Por detrás vendrán coches muy rápidos, entre ellos Hamilto y Ricciardo; por ahora estamos contentos con nuestra qualy».
El clima ha respetado el sábado, sin sol pero también sin lluvia. Alonso espera condiciones más difíciles para la carrera. «He visto gotas en la visera y confié en que las frenadas posteriores estuvieran secas. Si mañana hace sol, deberíamos sufrir más, pero eso no quita que disfrutemos de lo que hemos logrado y nos planteemos bien la jornada del domingo».
