No le interesa mucho dejarse ver en algún rally como sí pretende Carlos Sainz Jr. sin embargo, Fernando Alonso parece dispuesto a ganarse el corazón de todo norteamericano dejándose ver en sus competiciones más importantes. Primero fueron las 500 Millas de Indianápolis, el próximo fin de semana serán las 24 Horas de Daytona y el siguiente paso puede ser el de probar uno de los Stock-Cars que compiten en la NASCAR.
Todo ello a pesar de que hace menos de un mes, durante los primeros entrenamientos libres, el piloto asturiano reconoció que una participación en esta competición implicaría una mayor adaptación que en el resto de campeonatos que está probando durante los últimos meses. El piloto de McLaren modificaba ligeramente su versión en declaraciones durante el Media Day celebrado en Charlotte, admitiendo que le encantaría probar uno de los vehículos de la NASCAR e incluso realizar algún test de cara a las 500 Millas de Daytona.
Es una de las mejores carreras y más icónicas del mundo. Por otro lado, la NASCAR es un campeonato único donde la técnica de pilotaje es distinta. La gestión del tráfico, la estrategia que debes tener, cómo pasar de una trazada a la otra… ese tipo de estrategia es lo que más extraño de mi perfil si corro en la NASCAR. Es bastante difícil para mí alcanzar este nivel. Pero nunca lo sabré hasta que lo intente. Tal vez quiera probar un coche algún día, y después de eso, probablemente sepa lo agradable que sería competir. Desde fuera, las carreras (en Daytona) son geniales porque se desarrollan grupo, y son impredecibles. Hasta la última vuelta no sabes lo que sucederá.
Los medios locales obviamente no dudaron en hacerle algunas preguntas para saber hasta dónde llegaban los conocimientos del asturiano en materia de NASCAR, saliendo obviamente a colación el nombre de Jimmie Johnson, campeón en siete ocasiones del campeonato.
La primera vez que escuché su nombre fue probablemente 2003 o 2004, en un videojuego de NASCAR. Solía elegirlo, sin conocerlo o sin saber su nombre. Solo por el coche. Ves todos los vehículos, y recuerdo haber jugado con otro amigo al que le gustaba uno de una compañía de chocolate que no nombraré (M&M). Él elegía ese coche, y yo elegía el de Jimmie. Obviamente, el éxito que tuvo estos años en el automovilismo le convirtieron en una leyenda de nuestro deporte y tiene un respeto masivo
Vía | ESPN