El Gran Premio de Qatar resultó ser la carrera más dura a nivel físico de este 2023, con muchos pilotos acusando el cansancio y varios de ellos perdiendo ritmo en los compases finales afectados por ese hecho. Fernando Alonso sobrevivió a esta difícil carrera en una sexta posición que si bien es decepcionante teniendo en cuenta su posición de salida, es positiva teniendo en cuenta que el asturiano sufría una salida de pista pasado el ecuador de la prueba. Por su parte, Carlos Sainz no tomó la salida con problemas mecánicos en su Ferrari, con lo que no pudo intentar ayudar a una Ferrari que hoy habría podido necesitar unos puntos extra en su pelea con Mercedes por el subcampeonato de constructores.
La sesión clasificatoria del viernes trajo para los españoles un resultado conjunto no necesariamente brillante, aunque con expectativas de sumar buenos puntos el domingo. Fernando Alonso era cuarto, beneficiado en parte por los tiempos eliminados de los pilotos de McLaren. El equipo decidía además ‘sacrificar’ la carrera corta del sábado para tener más neumáticos de cara al domingo, algo que acabaría siendo crucial tras anunciarse el límite de 18 vueltas por juego de neumáticos para la carrera, algo sin precedentes en la Fórmula 1. Por su parte, Carlos Sainz clasificaba en duodécima posición, por detrás de su compañero de equipo en Ferrari pero listo para intentar ayudar a la marca de Maranello a pelear por el segundo puesto del campeonato de constructores.
Sin embargo, la tarde del domingo trajo consigo una mala noticia en forma de retirada prematura del madrileño, cuyo Ferrari sufría problemas con el sistema de gasolina. El equipo anunció antes incluso de formar parrilla que Sainz no iba a tomar la salida, con lo que Alonso quedaba como único representante español en una carrera que prometía ser extrañísima, a tres paradas por exigencias matemáticas del límite de 18 vueltas por juego de neumáticos. En cuanto a la elección de neumáticos, Alonso optaba por neumáticos medios para la salida, sabiendo que le tocaría parar tres veces.
En la salida, un toque entre los dos Mercedes permitió que Alonso ganara dos posiciones, aunque le superó Piastri, de manera que el asturiano pasaba a ser tercero. Alonso paró en boxes en la vuelta 12, volviendo en pista en la zona baja aunque sabiendo que todos los pilotos pararían pocos giros después. Una vez ordenadas las posiciones, el Aston Martin estaba por detrás de Leclerc, a quien tuvo que adelantar en pista aprovechando las bajas temperaturas de los neumáticos del Ferrari justo al salir de boxes. Con el paso de las vueltas, Alonso alcanzó a un Stroll que dejó pasar a su compañero de equipo sin resistencia al estar en estrategias distintas. Así, Alonso volvía a estar tercero, donde se mantuvo hasta la vuelta 27, momento de su segunda parada.
Seis vueltas después, en la 33, Alonso sufrió una salida de pista que le hizo perder posición con respecto a Russell y Leclerc. El asturiano aguantó sin mayores problemas hasta su tercera y última parada en la vuelta 45, a falta de doce giros para el final. Se asentaba en séptima posición antes de que la tardía parada de Zhou ayudara a que el bicampeón español subiera al sexto puesto. Al final, sin mayores sorpresas, Fernando Alonso completó un complicado Gran Premio en una válida sexta posición que sin embargo no impide que Aston Martin pierda una buena cantidad de puntos con respecto a una McLaren que cada vez está más cerca en la clasificación de constructores.