Una semana para el inicio del Rally Dakar 2020 y de una aventura que promete ser uno de los retos más duros afrontados por Fernando Alonso dentro de su carrera deportiva. Él mismo reconoce que si Sébastien Loeb, “uno de los mejores pilotos de rallyes de todos los tiempos”, no consiguió hasta el momento llevar sus éxitos fuera de las victorias parciales en las etapas hasta el triunfo definitivo, es muy complicado pensar que alguien criado en el asfalto de los circuitos pueda llegar a la primera y conseguir llevarse el tuareg.
El asturiano, en declaraciones a RTVE dejó claro que su participación en el Rally-Raid más famoso del planeta pasa en este caso por ser una aventura de un año, sin tener visos en este caso de continuidad más allá de 2020. Una toma de contacto que llega quizás en uno de los momentos más adecuados gracias al cambio en el paradigma de la carrera tras ser trasladada de Sudamérica a Arabia Saudí. Una oportunidad para que todos descubran un terreno completamente nuevo en el que se espera que haya pilotos árabes como Yazeed Al-Rajhi o el de los Emiratos, Khalid Al-Qassimi, que aprovechen su actividad durante el año para poder marcar la pauta durante los primeros días.
El reto es mayúsculo tanto para Alonso como para Marc Coma. El navegante, con cinco tuaregs en su palmarés conseguidos con esfuerzo, inteligencia y rapidez sobre dos ruedas, llevará su profesionalidad a un nuevo terreno, después de que otros hombres como David Castera, Armand Monleón o Dani Oliveras también hayan decidido pasarse al asiento derecho. Esa es la demostración de lo importante que es tener a alguien en la derecha que no solo tenga amplios conocimientos de mecánica y navegación, sino que también haya vivido en primera persona lo que es competir en un Rally Dakar.
Habrá roces, seguro. Algo más que normal en este tipo de competiciones en las que el tiempo dentro del coche estrecha la relación, pero también levanta las asperezas. Dos semanas repletas de momentos de tensión y con mucho tiempo de enlaces en el coche en el que llevas a esa persona a la que no quieres ni ver durante unas horas a tu derecha, a apenas un metro. Él no va a ningún lado sin ti y tú no vas a ningún lado sin él. La confianza mutua es casi tan valiosa como la que debe tener cada uno de los integrantes en sí mismo, tal y como demostró Carlos Sainz con aquellas palabras a Lucas Cruz en sus primeros años juntos.
El Dakar, al menos una vez en la vida:
No, nos podemos equivocar. La forma en que afronta Fernando Alonso su debut en el Rally Dakar no es con el objetivo principal de llevarse la victoria. El asturiano quiere ser el piloto total, uno de los más completos de la historia en una era moderna en la que los competidores se convierten en especialistas de una sola competición. Sin embargo, esto no implica que sea obligatorio ganarlo a la primera, ni tampoco que tengas que repetir si no te ha gustado la experiencia o si no te ves en condiciones de ganar. Regresamos a la demostración de Sébastien Loeb y Daniel Elena, incapaces de ganar en sus tres primeras participaciones y con una frustración y un sentimiento de impotencia en la tercera que les llevó a olvidarse, al menos por un año, de estar presentes en la carrera.
Y es que tal y como demostró en la Indy500, es capaz de ser candidato a la victoria desde el primer momento a pesar de tratarse de unas series tan distintas a la Fórmula 1. No solo eso, también puede ser determinante en las 24 Horas de Le Mans, las 24 Horas de Daytona o en Sebring, tanto en carrera como en clasificación. El Dakar es otra historia. Aquí la intención pasa por descubrir una carrera icónica, tal vez dejarse ver en un par de etapas, especialmente en la segunda semana con la llegada de las dunas en las que se encuentra mucho más cómodo el ovetense, y sobre todo, terminar.
La sensación que tengo es que va a ser un rally único, una experiencia única, como es poder ir al Dakar, vivirlo, experimentarlo y no tengo en la cabeza un futuro volviendo al Dakar cada año en enero. No obstante, es cierto que la preparación, la experiencia que estamos teniendo estos meses antes del Dakar, en caso de repetirlo en un futuro, creo que sería muy útil y muy válido por lo que estamos haciendo ahora, así que, si viene en el futuro, estaremos preparados seguramente.
Es importante entender la filosofía de Alonso en esta nueva etapa de su carrera deportiva. Su intención no es solo la de competir y ganar el mayor número de carreras, sino descubrir otras categorías, salir de su zona de confort y estar presente en algunas de la competiciones históricas, aunque ello implique ir con unas expectativas bajas y humildes. Un Dakar, un test con un World Rally Car, dejarse ver en la NASCAR, catar los nuevos Hypercars del Mundial de Resistencia o tal vez algo más exótico como los Supercars australianos.