Lo raro no es que haya llegado el primer accidente de Fernando Alonso en Indianápolis (con asterisco, pues en Fórmula 1 ya le ocurrió…), lo raro fue que su primera participación en 2017 fuera tan plácida. En apenas dos días de ‘mes de mayo’ oficial el asturiano y McLaren ya han pasado las de Caín y una vez parecían solventados sus problemas eléctricos han terminado topando con los muros del Brickyard.
Mediada la segunda jornada de pruebas en el Indianapolis Motor Speedway y cuando Fernando Alonso iba camino de superar el kilometraje acumulado en el primer día de actividad, limitado por problemas eléctricos, el piloto español perdió el control de su monoplaza a la salida de la curva 3 debido al subviraje, tocó muro exterior y ya se convirtió en pasajero de un pinball: muro interior y vuelta al peralte hasta acabar contra el exterior de la curva 4.
El propio Fernando Alonso reconoció su error minutos más tarde en sus perfiles sociales: «error por mi parte al subestimar el grip en la curva 3. Lo siento por el equipo y la gente que tendrá que trabajar ahora un montón. Lección aprendida. Volveremos más fuertes ya sea hoy o mañana». Hasta ese momento la sesión no había ido mal, rodando a un promedio máximo de 225.433 mph y marcando registros competitivos sin rebufos.
Foto | IndyCar Series