Las 24 Horas de Nürburgring de este pasado fin de semana nos dejaron una suerte de estadísticas que quedaban rotas y de sonrisas dibujadas en los rostros de aquellos que se imaginaban un difícil relevo del Ferrari 488 GT3 por parte del nuevo 296. El nuevo carreras-cliente de la firma del cavallino rampante nació ganador, hasta tal punto que fue capaz de parar una racha de triunfos de los fabricantes alemanes en su templo, el Infierno verde, el Circuito de Nordschleife, que se prolongaba por dos décadas.
Lo vivido en la pista germana este fin de semana fue toda una demostración de cómo una carrera tan dura como esta puede ser capaz de romper con todas las quinielas. La 51ª edición de la carrera dejó por primera vez ganador al equipo Frikadelli, en este caso con una alineación de pilotos formada por Earl Bamber, Nick Catsburg, David Pittard y Felipe Fernández Laser que fueron a su vez capaces de establecer una nueva marca en cuanto a vueltas completadas, 162 giros, algo que en los últimos años había sido imposible en su mayoría por las condiciones meteorológicas.
Aunque fue Mercedes-AMG la gran dominadora de la clasificación, ya desde el warm-up se pudo ver un cambio de tendencia, con los Porsche haciéndose un hueco en esas primeras plazas, pero ya con la carrera comenzada, fueron tanto el Ferrari de Frikadelli como el BMW de Rowe pilotado por Maxime Martin, Sheldon van der Linde, Dries Vanthoor y Marco Wittmann, los que coparon el protagonismo. En manos del modelo de la firma bávara estaba el evitar que un modelo no ‘local’ pudiera dar la campanada y suceder el hito conseguido por el Chrysler Viper GTS-R de Zakspeed en la edición de 2002.
La batalla en los últimos minutos entre el BMW M4 GT3 y el Ferrari 296 GT3 fue prácticamente a la décima y con las estrategias de paradas en boxes de por medio, siendo el equipo Rowe el que tenía algo de desfase en sus detenciones que le permitían recortar una diferencia que rondó en más de un momento los dos minutos, pero que acabó, a favor de Ferrari por menos de medio minuto. Frikadelli se había repuesto de esta forma de un pinchazo cuando apenas no se había completado ni tan siquiera el primer cuarto de carrera (en la sección final del trazado), así como una salida en la conocida como ‘hora de los sustos, ya en la mañana del domingo. Afortunadamente para la estructura, Earl Bamber consiguió controlarlo sin mayor drama.
Para el BMW existía la gran losa de su mala clasificación, algo que le llevó a perder mucho tiempo escalando posiciones en las primeras horas ya que partían en parrilla desde el lejano 31º puesto. Los Mercedes tampoco pudieron seguir el ritmo que imprimían BMW y Ferrari, con dos unidades de la firma de la estrella finalmente jugándose la tercera plaza del podio entre los equipos GetSpeed y Haupt Racing Team, siendo estos últimos (Marciello/Stolz/Ellis/Mortara) los que se quedaban con el cajón, cumpliéndose una vez más que los autores de la pole position no conseguían la victoria en las 24 Horas de Nürburgring.
Para Ferrari el éxito fue redondo ya que, además de llevarse la victoria absoluta, el Ferrari WTM de Rinaldi Racing #20 (Weiss/Krumbach/Keilwitz/Dontje) no sólo terminó en séptima posición, sino que además se llevó el triunfo en la clase Pro-Am, lo que completo el doblete para los de Maranello en un fin de semana en el que cobraron por completo el protagonismo en el motorsport tras la cancelación del Gran Premio de la Emilia-Romagna.
La obtenida por el 296 GT3 en las 24 Horas de Nürburgring es una victoria histórica, que hemos perseguido durante mucho tiempo y que nos hace sentir muy felices y orgullosos. Haberlo logrado en romper la hegemonía de los fabricantes alemanes que en esta carrera se había prolongado durante muchos años, en lo que es un escenario competitivo de primer nivel, es una hazaña verdaderamente increíble. Imponerse en esta que es reconocida como la pista más difícil del mundo, sin duda entre las más completas y exigentes, obtener dos victorias y llevar los tres autos a la línea de meta demuestra cuán sólido es el proyecto 296 GT3 y eso, con un Balance of Performance no penalizador, el desempeño está a la altura de las expectativas – Antonello Coletta
Quedaba otra nota de color en la carrera disputada en las montañas de Eifel. Mikel Azcona, Vigente Campeón de la Copa del Mundo de Turismos, se hacía con su segunda victoria consecutiva en su categoría junto a sus compañeros Manuel Lauck y Marc Basseng al volante del Hyundai Elantra N TCR y rozando con la punta de los dedos el haber terminado dentro del Top25 de la general absoluta. La actuación para la firma surcoreana se vio completada por el doblete en la Clase TCR. Peor suerte para Dani Juncadella, cuyo coche tuvo que abandonar después de un toque con un competidor de una categoría inferior que les dañó el amortiguador trasero derecho que les dejó fuera de carrera después del primer tercio de la prueba.