El pasado mes de diciembre se realizó una reunión entre la FIA y los proveedores de motores que habían aceptado competir bajo el reglamento técnico que entrará en vigencia a partir de 2026, allí no estuvo presente ningún representante de Ferrari puesto que el fabricante italiano no aceptaba las condiciones estipuladas, alegando que Red Bull Powertrains no podía ingresar a la Fórmula 1 como un nuevo proveedor y en tal sentido beneficiarse de las reglas. Pero aparentemente la sangre no llegó al río y desde Maranello decidieron pactar con la FIA para de esta forma intervenir en las próximas reuniones.
Desde hace varios meses Ferrari ha venido argumentando que la propuesta de Red Bull para diseñar y construir sus propios motores es un artificio puesto que actualmente utiliza unidades de potencia provenientes de Honda, fabricante que ya ha transitado por las distintas fases que estipula el reglamento. De esta forma, es posible desarrollar de forma paralela el motor japonés lo que otorgaría mucha ventaja ante sus rivales. Sin embargo, el resto de los proveedores sí pactaron con la FIA y están de acuerdo con lo estipulado, así que Renault, Mercedes, Audi, Honda y Red Bull han seguido avanzando en las conversaciones.
Según Ferrari, bajo las nuevas reglas había sido posible, de manera hipotética, inscribir a Alfa Romeo como nuevo proveedor y de esta forma recibir beneficios como tiempo adicional en el dinamómetro o un tope presupuestario más alto para desarrollar la mecánica, luego adoptar el motor y colocarle una insignia Ferrari. Sería deshonesto, pero eso es lo que lleva a pensar la relación entre Red Bull y Honda ya que ambas estructuras aparecen como proveedores, pero una de ellas va a gozar de privilegios durante tres temporadas, aunque su producto se sustente sobre un motor existente que ha demostrado ser muy bueno.
Ese era el punto de la discordia y al parecer ha sido subsanado. Era de suponerse que se generara suspicacias en lo que respecta a los planes de Red Bull ya que en teoría las nuevas reglas para los recién llegados aplicarían únicamente para proveedores como Audi o Porsche, que no poseen experiencia previa en lo que respecta a la actual generación de motores que interviene en la Fórmula 1.
Vía Nextgen Auto
