La Fórmula 1 sigue sin dar con la tecla para atraer a nuevos fabricantes y tal vez una de las principales llaves las tenga la Scuderia Ferrari. El Gran Circo convocó a algunos de los protagonistas de la industria automotriz hace unos meses para discutir con los motoristas actuales hacia dónde debe ir el reglamento de propulsares en el Mundial a partir de 2021. La presencia de Audi, Porsche, Cosworth, Aston Martin o Lamborghini parecía alentar a los responsables del campeonato a la hora de atraer a nuevas marcas que complementaran a Mercedes AMG, Ferrari, Renault o McLaren.
Han sido durante las últimas horas cuando parecen haberse difuminado una vez más las posibilidades de que alguna de las marcas del Grupo VAG termine por desembocar con un proyecto oficial dentro del campeonato. Han sido los medios germanos los que han cortado de raíz algunos de los rumores que relacionaban precisamente a Porsche con una posible entrada, apuntando a que la junta directiva habría terminado de dar carpetazo al asunto y decidir de forma definitiva no entrar en la Fórmula 1.
Recordemos que el programa principal de Porsche Motorsport pasará a ser a partir de 2019 la Fórmula E, en la que debutarán desde la sexta temporada, destacando que los de Stuttgart tienen un gran interés por la electrificación de sus modelos de producción. Sin cambios en la normativa de motores, la cual parece que seguirá incluyendo el costoso MGU-H, Porsche podría incluso haber dado por cerrada la oficina técnica en la que se estaba desarrollando un motor experimental que podría haberse destinado a la Fórmula 1.
A nadie le puede pillar por sorpresa una decisión no confirmada por Porsche oficialmente que seguiría el camino de las declaraciones realizadas hace unas semanas por responsables de Cosworth en nombre de su proyecto conjunto con Aston Martin. Tampoco lo han sido las palabras de Stefano Domenicali, director general de Lamborghini cuando aseguraba en unas declaraciones a Auto Bild que: “la inversión que se necesita para participar, sin pensar en ganar, es muy grande. Mientras haya dos categorías dentro de la Fórmula 1, no será un campo de juego para nosotros. Si entramos, tenemos que ser fuertes y ganar. Las prioridades de Lamborghini son diferentes. Ferrari ha nacido para competir en la Fórmula 1, Lamborghini no”.
Ferrari deja ver una luz al final del túnel:
Es cierto que en estas decisiones Ferrari y Mercedes-Benz han tenido parte de responsabilidad. Los actuales motoristas han bloqueado las conversaciones hacia motores más simples técnicamente y baratos, por lo que esto ha terminado por espantar a los que estaban interesados en entrar a la Fórmula 1 desde hace dos años. Después de la inversión realizada en la era híbrida, nadie parecía dispuesto a renunciar al trabajo de los últimos años. Sergio Marchionne también fue uno de los que no veía con buenos ojos otras iniciativas como los techos de gastos para los equipos de la parrilla (Liberty Media quiere situarlo en 150 millones de dólares unos 132 millones de euros) y tampoco parecía dispuesto a que Ferrari renunciara a ciertos privilegios que había adquirido como equipo histórico.
Con el final del acuerdo de la Concordia programado para finales de 2020, Louis Camilleri, nuevo responsable de Ferrari, ha dejado la puerta abierta a que se den pasos hacia delante en las negociaciones, incluyendo la posibilidad de establecer junto a Liberty Media un límite presupuestario: “ha habido progresos con las especificaciones técnicas, pero en cuando al límite presupuestario y la economía, no ha habido avance. Obviamente hay relación entre ambos, creo que un límite puede tener sentido, pero la clave está en los detalles. Pienso que será interesante para todos, aunque aún no hemos llegado a ese punto”.
Sin embargo, aunque se lleve a buen puerto el techo presupuestario para los pilotos, especialmente para los de cabeza, obviamente estos gozarán durante varios años de la ventaja técnica y en materia de recursos (personal e instalaciones) que les permitirá mantener una amplía brecha respecto al resto de la parrilla. Los jefes de equipo incluso han pronosticado que si entra este límite ya en 2021, dicha diferencia podría mantenerse incluso más allá de 2023 o 2024. Dependerá especialmente de la entrada o no de un cambio reglamentario técnico drástico.