Los aficionados racing estamos de enhorabuena. PortAventura World ha ampliado su oferta de parques temáticos en su búsqueda por consolidar el liderato del sector a nivel europeo y ha incluido en su pack a Ferrari Land, el nuevo parque dedicado a la marca del Cavallino Rampante. La inauguración contó con la presencia de personalidades importantes, incluyendo a Piero Ferrari, único hijo vivo del creador Enzo y a Marc Gené, piloto oficial y relaciones públicas indirecto de la marca italiana.
La entrada al recinto enfoca una plaza central que lleva directamente a la Ferrari Experience. Allí podemos encontrar una reproducción virtual de Enzo Ferrari explicando su historia y Flying Dreams, una de las agradables sorpresas del parque, en la que un viaje virtual lleva a los pasajeros por distintos rincones del mundo al volante de distintos coches italianos. También se enseña una galería detallada con los elementos racing de Ferrari, con mapas interactivos que ayudan a entender al aficionado la importancia de la marca ubicada en Maranello.
Los más pequeños de la casa tienen varios espacios para la diversión. El Junior Championship puede verles en acción virtual, dándoles los primeros accesos a la competición de cara al futuro uso del simulador, mientras que el Kids’ Podium está ubicado en la entrada y forma parte del complejo de toboganes estándar donde los niños pueden divertirse sin muchas complicaciones.
Las Thrill Towers imitan el movimiento de un pistón y suponen la primera gran descarga de adrenalina para el visitante. Hay dos torres diferenciadas: una suelta a sus integrantes desde arriba y hace un balanceo posterior, la otra despega desde abajo y ejecuta el mismo movimiento desde el suelo, solo con un fuerte empujón inicial como introducción al movimiento de la pieza del motor.
Pero la joya de la corona es la Red Force, el acelerador vertical que sube de 0 a 180 km/h en apenas 5 segundos y descarga fuerzas G parecidas a las de un Fórmula 1. «No tienes casco que te proteja en la Red Force, las sensaciones son tan intensas que al cerebro le cuesta asimilarlas. Cada vez que te subes a la atracción te fijas en cosas distintas«, explicó Gené. «Puedes acabar llorando, pero no por el miedo sino por la velocidad del viento en la cara. Se suelta tanta adrenalina que quieres repetir cuando ya te has montado».
Se necesita la vista para observar todas las actividades y monumentos en miniatura dedicados a Italia, que incluyen el Coliseo de Roma, el campanario de la Catedral de San Marcos (Venecia), el David de Miguel Ángel o el teatro La Scala. También destacan la casa de Enzo Ferrari y una representación de la fachada del taller de Alfredo Ferrari, padre de Enzo, situado en Módena y que en el parque es la sede de la tienda oficial.
El oído es esencial para escuchar los sonidos racing distribuidos en el espacio del parque, que incluyen los acelerones iniciales de la Red Force y las sensaciones que despegan los elementos de la Ferrari Experience, el edificio central que incluye un viaje por distintos rincones del mundo con un coche de la marca y que es recomendable vivir no solo con la vista.
De forma indirecta, se requiere el olfato para impregnarse del grupo de olores racing no implícitos pero sí garantizados. Acompañado del gusto al saborear las variedades alimenticias establecidas: el Ristorante Cavallino es la principal opción pero no la única, ya que se encuentran opciones de comida rápida, hot dogs y snacks. Recomendamos especialmente la Ice Cream Box, situada detrás de la tribuna con vistas a la Red Force.
Y aunque menos importante, es necesario el tacto para recibir toda la fusión de sentimientos que garantice la mayor diversión. Ir solo a un parque como este tiene menos sentido, no porque no sea posible pero sí por poder hacerlo en compañía de amigos o seres queridos. El tacto también nos ayudará en el Pole Position Challenge, el simulador del parque, y en el Pit Stop Record dónde demostrar la habilidad cambiando los neumáticos en el menor tiempo posible.
Se puede decir que Ferrari Land es una de las mejores experiencias que existen en nuestro país para acceder al mundo de la velocidad más allá de los circuitos. La pasión que desprende la marca del Cavallino no tiene límites y así lo entienden sus responsables. Piero Ferrari recomienda Ferrari Land como experiencia para los jóvenes y para las familias, además de a los clientes de la marca y los aficionados de las carreras de todo el mundo, que ya pueden disfrutar de sus instalaciones en uno de los parques temáticos más conocidos de Europa.