He de reconocer que las noticias sobre sanciones por cambiar componentes del motor y cajas de cambio me dan una pereza terrible y por ello apoyo a muerte la voluntad de Ross Brawn de eliminarlas o simplificarlas a corto plazo en Fórmula 1. Pero no deja de ser curioso que antes incluso de empezar el fin de semana del Gran Premio de Italia haya cuatro pilotos abocados a afrontar la carrera desde el fondo de la parrilla. Y entre ellos los dos españoles.
El que se lleva la (teórica) sanción más dura es Fernando Alonso, pues la FIA ha confirmado 35 puestos de penalización para el de McLaren por cambiar seis elementos del conjunto propulsor Honda. Eso sí, se entiende que montó elementos nuevos en Libres 1 y afrontará el resto del fin de semana con otros menos frescos. En cambio Carlos Sainz ‘sólo’ recibe 10 puestos de sanción al tener que sustituir Toro Rosso su MGU-H, el quinto de esta temporada.
Sin embargo estaremos de acuerdo en que las sanciones más influyentes en el devenir de la carrera y el campeonato por el momento son las de los pilotos de Red Bull. Tanto Max Verstappen como Daniel Ricciardo partirán desde el fondo de la parrilla en Monza. El neerlandés empleará en Italia su quinto motor de combustión interna y MGU-H, mientras que el australiano suma a esas dos piezas también un turbo nuevo: 15 puestos para Verstappen y 20 para Ricciardo.
El único consuelo para los cuatro es que Monza no es el escenario más propicio para sus monturas y afrontarán por lo tanto con mayores garantías una carrera más favorable como el GP de Singapur, de ahí la estrategia tomada por McLaren y Honda en el caso del coche de Fernando Alonso.
Foto | McLaren
