Controlar qué se dice, cuándo se dice y cómo se dice. El último Consejo Mundial del Motor nos dejaba una de las medidas más polémicas, la adoptada concretamente para el WEC que limitará y sancionará las declaraciones de pilotos y equipos acerca del Balance of Performance. Precisamente, ayer se puso sobre la mesa una nueva polémica medida que implica directamente a los deportistas del resto de competiciones, tanto internacionales como nacionales.
Esta misma era una modificación del artículo (12.2.1) del Código Deportivo Internacional en el que se limita a los pilotos, también los de Fórmula 1, que se puedan pronunciar en lo referente a política o declaraciones de contenido religioso y de ámbito personal sin tener autorización previa. Concretamente, la modificación apunta que: «la formulación y exhibición de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen el principio general de neutralidad contemplado en sus estatutos, excepto con la aprobación previa por escrito de la FIA para competiciones internacionales o de la correspondiente autoridad deportiva nacional en las que sean bajo su jurisdicción”.
Evidentemente, en un principio esta situación no supone un recorte completo de los derechos de expresión por parte de los pilotos, o en este caso para defender distintas iniciativas sociales, sino que deberán pasar el filtro de la FIA, por lo que sí podemos hablar de que se reduce este tipo de acciones improvisadas y se da pie a que alguna de ellas puede no recibir la luz verde para hacerse entendemos que en el marco de una competición o de un fin de semana de carrera.
Con la entrada en funcionamiento del nuevo Código programada para el 1 de enero de 2023, no se ha aclarado a qué tipo de sanciones pueden enfrentarse los deportistas que no cumplan con esta modificación del artículo, aunque tradicionalmente están han sido habitualmente de índole económico y que rara vez han sido un inconveniente para aquellos que se han querido expresar de diversos temas que les afectan personalmente.
