La temporada del IMSA ha llegado a su punto final y con ella, los programas deportivos que Ford tenía en marcha han pasado a una situación de impasse estratégico a la espera de conocer cuál será el siguiente gran proyecto en el que se involucre la firma del óvalo. Con el Mundial de Resistencia perdiendo a los Ford GT LM GTE y sin establecer el futuro que pueda tener con M-Sport en el Mundial de Rallyes, los de Detroit siguen defendiendo su interés en un programa de competición en el que se le dé importancia y visibilidad a sus futuros vehículos eléctricos. Siempre con las condiciones adecuadas.
Las opciones por el momento no son demasiadas. Mientras que los híbridos miran hacia un futuro destacado, con el WRC, IMSA (a la espera del reglamento definitivo de los DPi que no ha empezado ni a definirse) o NASCAR adoptando este tipo de tecnología en sus próximos reglamentos en los que Ford debería tener cierta presencia, la firma sigue buscando una competición de eléctricos puros que no solo le sirva para dar visibilidad a sus vehículos alimentados por baterías, sino que también les permita desarrollar sus propios trenes motrices.
Precisamente estos requisitos que pone Ford para su entrada en unas series eléctricas deja la lista en pocas opciones, especialmente si tenemos en cuenta que el E-TCR o el Projekt E (o el futuro eléctrico del World RX) optan por contar con kits estándar para sus primeros años, incluido otros campeonatos que tendrán normativa híbrida como el propio Mundial de Rallyes o los turismos: BTCC y DTM. Mark Rushbrook, director de Ford Performance alimentó de esta forma los rumores de un posible desembarco de Ford en la Fórmula E, mientras que en sus declaraciones a e-Racing365 dijo que todavía era temprano para valorar la Extreme E como una opción.
Ciertamente estamos interesados no solo en electrificar nuestros programas de carreras con híbridos sino también con los eléctricos, por lo que continuamos estudiando las diferentes opciones disponibles en todo el mundo. Rallycross, en muchos sentidos, es una muy buena fórmula y formato para poder hacer eso, pero todavía estamos esperando ver la propuesta correcta, tanto desde una perspectiva técnica como deportiva y competitiva con el calendario. Debe ser algo que sea técnicamente relevante para la marca, donde tengamos la oportunidad de innovación técnica. Y debe ser algo de lo que podamos obtener una escala global.
Por el momento, Ford Performance en Europa se encargará de probar la validez de un Fórmula 4 híbrido (mild-hybrid) para la competición británica de F4. Como comentábamos hace unos días, se empleará el motor 1.0 tricilíndrico turbo que ya anima a los Ford Fiesta R2T, acompañado en este caso por un sistema de 48 voltios, algo que se convertirá en toda una primicia en cuanto a las competiciones de monoplazas de formación.
Vía | e-racing365