12 de enero de 2024, el Campeonato del Mundo de Rallyes está a dos semanas de dar su pistoletazo de salida por los tramos del Rally de Monte-Carlo y con ello, lo que se espera que sea un año de transición. El vigente Campeón del Mundo, Kalle Rovanperä, ha optado por no competir en el programa completo, mientras que Toyota GAZOO Racing ya contaba con otro piloto en esas circunstancias como es el caso de Sébastien Ogier. Con Hyunda construyendo un Dream Team con hasta cinco competidores top y M-Sport Ford con apenas dos coches para ‘rookies’ está nueva campaña del WRC puede mantener la tendencia o dejarnos uno de los años más competidos del último lustro.
Siendo conscientes de esto, el equipo de Cumbria tiene frente a ellos un año en el que las expectativas son más que reducidas, sabiendo que con Adrien Fourmaux y Grégoire Munster tendrán un dúo muy joven, pero a su vez muy inexperto y que, a falta de un tercer coche oficial, evidentemente parten con una gran desventaja frente a sus rivales de Toyota GAZOO Racing y de Hyundai Motorsport.
Para el francés, el más experimentado de los dos, es una segunda oportunidad como en su momento M-Sport ya dio por ejemplo a Ott Tänak o a Elfyn Evans. Tras un prometedor arranque con el Ford Fiesta WRC en 2021, su año 2022 fue decepcionante y esto lo llevó de nuevo a la casilla de salida, WRC2, donde Fourmaux tuvo una campaña en la que los claros fueron más habituales que los oscuros. Ahora vuelve con el papel de jefe de filas, por lo que queda por ver su rendimiento en su segunda temporada completa.
En el caso de Munster, llega auspiciado por Jourdan Serderidis, con todo por demostrar y con las buenas sensaciones que quedaron como poso en sus primeras citas con el Ford Puma Rally1. La confirmación de que Pierre-Louis Loubet baja a WRC2 con un Skoda Fabia RS Rally2 deja prácticamente por cerrada la alineación de M-Sport Ford.
La presentación de la decoración este viernes ha venido a demostrar que en la estructura siguen contando con la confianza no sólo de Ford (tanto a nivel técnico como económico), sino además del patrocinio de Red Bull, cuya filia francesa parece haber cogido bajo su ala la carrera deportiva de Formaux en busca de ese relevo generacional de Sébastien Ogier y de su predecesor, Loeb. Regresa el blanco que se pudo ver en el Fiesta WRC en su última campaña en el Mundial y se deja de lado un poco esos ‘rayos’ y colores llamativos que se habían impuesto durante las dos primeras campañas del Puma Rally1 en competición.