En reciente visita a Australia, Mark Rushbrook, director global de Ford Performance, planteó la iniciativa de unificar la NASCAR y el Supercars a través de la propuesta Gen4, que sería un coche con especificaciones comunes, una mecánica sustentada en un motor V8 y de tracción trasera. Ford mantiene presencia en ambos campeonatos con el Mustang, pero el coche es distinto, al igual que la versión GT3. En tal sentido, Rushbrook considera que diseñar, construir y desarrollar una versión de un mismo modelo que pueda competir en las dos categorías sería ideal.
Explicó que actualmente un Mustang de la NASCAR Cup Series es más económico que un Supercars debido al volumen de producción. Si el campeonato australiano está en la permanente búsqueda de la paridad, debería plantearse esta posibilidad. Según cálculos estimados, un coche para disputar la NASCAR Cup Series ronda los 400 mil dólares, sin incluir los costos operativos, en tanto cada unidad de un Supercars Gen3 se vende por alrededor de 650 mil dólares. En este punto se entienden las razones por las cuales Rushbrook apunta hacia la NASCAR y no hacia la clase GT3 que se deja ver en la IMSA, el WEC, el SRO y la VLN..
Sin embargo, la sugerencia de Rushbrook no convence a Brad Jones y a Roland Dane, jefes de Brad Jones Racing y de Triple Eight Race Engineering respectivamente, el primero sostiene que adoptar el enfoque NASCAR no sería rentable a largo plazo porque las piezas y demás repuestos estarían en manos de proveedores externos radicados en Estados Unidos, así que el beneficio será para empresas foráneas. Según su criterio, es preferible que los fabricantes cedan los planos para que se fabriquen las piezas en Australia.
Por su parte, Dane es de la opinión que el coche para el Supercars es como un canguro que crece y se adapta a su entorno. Un NASCAR no está concebido para circuitos trabados como los que aparecen en el calendario del Supercars, aunque se disputó una fecha en Chicago, por tal razón no cree que los coches de la Cup Series sean compatibles con pistas como Adelaide, Gold Coast y Townsville. Si en algo coincide con Rushbrook es que el Supercars debe mantenerse lejos del GT3 para poder sobrevivir.
Vía Speedcafe