Seguramente se trata de uno de los mitos técnicos más famosos en torno a la Fórmula 1. Todos conocemos que los monoplazas del Gran Circo son capaces de generar una gran carga aerodinámica que los permite ser ultra-veloces a la hora de afrontar curvas de media alta velocidad. Sin embargo, es esa misma carga generada por los alerones, aditamentos aerodinámicos, el suelo y el difusor, la que siempre se ha dicho que sería capaz de pegar al techo de un túnel incluso boca abajo si el vehículo rueda a la velocidad suficiente. Hoy es el momento de que una aerodinamista nos saque de dudas.
No es otra en este caso que Marianne Hinson, la Manager del Departamento de Aerodinámica de McLaren Racing, la encargada de decirnos si estamos o no frente a un mito sin fundamento o si este es plausible. Lo hace además de una forma muy sencilla y visual, dentro de la serie de videos que los de Woking han estrenado bajo el nombre de “profesor sustituto”, con el que pretenden enseñar algunos parámetros y conceptos habituales en competición.
Por si alguien necesita aclaraciones, un Fórmula 1 actual es capaz de generar hasta 30.000 N de carga aerodinámica a unos 300 km/h, lo que serían unos 3.060 kilogramos, mientas que el peso de un monoplaza se encuentra en torno a los 743 kg (incluido piloto y su equipamiento) según su peso mínimo, a lo que deberías incrementar los 110 kg de combustible que se pueden emplear durante una carrera.
Por lo tanto, tenemos una cifra total que se encuentra obviamente muy lejos de la carga que es capaz de generar los alerones, lo que teóricamente sí permitiría a un monoplaza de Fórmula 1 rodar boca abajo por un túnel. Sin embargo, y tal y como aclara Marianne, habría que tener en cuenta otra serie de factores que afectan obviamente a este reto, ya que los fluidos como el aceite o el combustible se situarían en un lugar en el que no estaba previsto su presencia debido a la gravedad, lo que podría provocar un mal funcionamiento mecánico.
Además, con muchos kilogramos de combustible en el depósito, habría que tener en cuenta el movimiento de tal cantidad de líquido cuando el vehículo cambie de posición, lo que además podría provocar mucha inestabilidad. En un mundo ideal sin todos estos factores, sí, un Fórmula 1 podría rodar boca abajo por un túnel debido a la carga generada… Sin embargo, a la hora de la verdad todo parece más complicado y lo más cerca que hemos llegado a ver
La Fórmula 1 obviamente combina el agarre aerodinámico y el mecánico producido por los neumáticos conseguimos que el rendimiento de un coche de la categoría reina sea prácticamente imbatible, sin embargo, esto también hace que sea muy complicado el poder adelantar al competidor que nos precede, ya que al rodar tras otro vehículo, el flujo turbulento resultante como estela del primer coche hace que la eficiencia de todos los alerones no sea la óptima, por lo que se hace inviable el poder rodar muy cerca del coche que tienes delante en los giros.
En el caso de la producción, estos valores son algo prácticamente inalcanzable por un vehículo de calle si tenemos en cuenta que el Ferrari FXX-K Evo genera unos 640 kg a los 200 km/h y 830 kg cuando llega al corte, mientras que el McLaren Senna GTR llega a los 1.000 kg cuando circula a más de 250 km/h. Por su parte, el Aston Martin Vulcan a la velocidad máxima de 322 km/h era capaz de generar 1.362 kilos de ‘downforce’.
