En menos de un mes, con el Aeropuerto de Tempelhof como escenario de las últimas seis carreras, la Fórmula E contará con un nuevo campeón, el que puede ser el quinto distinto en su historia, con António Félix da Costa como actual líder de las series eléctricas después de cinco carreras disputadas. No lo tendrá fácil el luso. Tendrá que defender su primera plaza sabedor de que hay seis pilotos en menos de 30 puntos y que se deberá adaptar a la perfección a las tres configuraciones distintas de la pista berlinesa.
Precisamente este último punto, el correr seis pruebas en un mismo circuito, se ha convertido en una de las soluciones más cuestionadas por los aficionados, los cuales no se explican que la Fórmula E haya tomado este camino para salvar la temporada cuando hay otros campeonatos internacionales, algunos de ellos también bajo el paraguas de la FIA, que han conseguido abrir sus opciones a algunos países europeos. En el caso de la serie eléctrica, todo se complicó teniendo en cuenta que prácticamente su totalidad de pruebas se disputan en circuitos provisionales de carácter urbano, por lo que visitar París, Londres o Nueva York se tornaba inviable.
El propio Alberto Longo, uno de los fundadores de la competición, reconocía que, a pesar de llevar ya disputadas cinco pruebas, se tornó en una situación muy difícil el encontrar los lugares en los que poder competir las seis citas restantes, el mínimo con las que llegar a las 11 carreras disputadas para respetar los contratos y tener campeones.
Tuvimos la gran suerte que el Covid llegó cuando sólo llevábamos cinco carreras realizadas, con lo cual nosotros estábamos solo buscando acabar la mitad de la temporada. Cuando hay otros campeonatos que todavía ni han empezado. Hoy en día parece un poco más fácil, hay varios que ya están empezando de nuevo. Pero para nosotros, en los meses de marzo, abril, mayo, cada vez la cosa iba peor. Cada país con el que hablábamos nos decía que tenía unas medidas restrictivas en cuanto a la gente viajando al país, a los días de cuarentena que se tenían que quedar, hacía prácticamente inviable hacer un evento con o sin público
Será un final al sprint, en el que cada error se puede pagar muy caro y en el que seguramente los trenes motrices estén al límite si tenemos en cuenta que estaremos en las dos primeras semanas de agosto y que Berlín suele alcanzar temperaturas muy calurosas en los días de verano. Además de todos estos factores y el baile de asientos que ya se ha producido, Longo anticipa que habrá nuevas sorpresas preparadas por parte de las series a los competidores de cara a las seis carreras en Berlín, no será de extrañar que pueda haber grandes cambios en materia de la configuración de los circuitos, incluyendo el sentido y la longitud de los mismos.
Tenemos unas muy buenas sorpresas preparadas, que tampoco las podemos hacer públicas en este momento porque lo que queremos es evitar que los ingenieros empiecen a simular con antelación, de forma que faciliten el trabajo a los pilotos. Ya sabéis que a nosotros nos gusta lo contrario, ponerles las cosas muy complicadas a los ingenieros y un poquito más a los pilotos para garantizarnos que haya mucha diversidad en quien gana cada una de las carreras de la Fórmula E. No nos gusta que esté siempre ganando el mismo.
En cuanto a la próxima temporada, no ha habido ninguna referencia a posibles cambios en el plan presentado hace unas semanas en el Consejo Mundial del Motor. En este caso especialmente a la posibilidad de que algunas ciudades no estén preparadas para recibir a la competición en medio de la pandemia y haya que recurrir a trazados permanentes: “Nos ha servido para prepararnos para cualquier incidente o cualquier incidencia que nos pueda ocurrir en la Temporada 7. Ojalá no pase, pero vamos a saber hacer carreras sin público, vamos a saber hacer carreras con un 30% de público, con un 50%, 70%, 100%, tenemos todos los escenarios preparados, muy trabajados y vamos a saber hacerlo a la perfección”.
