Hacíamos recuento hace unos días acerca de las decisiones reglamentarias que había forzado la actual situación en el planeta. Si la Fórmula 1 había decidido retrasar la llegada de los nuevos monoplazas a 2022, el WEC veía como los Hypercars no llegarían antes de 2021, en este caso por las modificaciones de un reglamento que se espera que regrese a su formato de año natural con la llegada de la próxima campaña. Ahora ha sido el turno de la Fórmula E, la cual tenía preparado un cambio en el monoplaza Gen2 de cara a la séptima temporada del campeonato eléctrico que finalmente no se realizará en tiempo.
Esa ha sido la confirmación por parte de los responsables de la Fórmula E, anunciando que se retrasa la introducción del Gen2 Evo un año más, desplazándose su llegada a la 2021-22 y siendo por tanto parte del programa de ahorro de costes puesto sobre la mesa por parte de Alejandro Agag y el resto de responsables de las series de monoplazas que tenían planeado convertirse en Campeonato del Mundo con motivo de la “Season 7”.
El kit aerodinámico traía una serie de modificaciones, entre ellas la eliminación de los pasos de rueda, la entrada de la nueva aleta posterior y modificaciones en el alerón trasero. Por tanto, no habrá apenas cambios visuales en los monoplazas que competirán en la 2020-21, más allá en este caso de las alteraciones que cada formación pueda hacer en las libreas que visten sus respectivos coches.
Sí se podrán hacer modificaciones en los componentes del tren motriz, aunque solo se permitirá un cambio durante las dos próximas temporadas, también como parte de ese plan que permita no resentirse económicamente a una de las series que más apoyo ha recibido por parte de los fabricantes. Esto implica que los equipos más competitivos en la actualidad pueden optar por mantener sus configuraciones de cara a la próxima temporada, esperando desarrollar uno nuevo para la temporada 2021-22, mientras que los menos competitivos podrían arriesgar a dar un gran salto y poder acercarse a la cabeza, con la consecuencia de que no podrán actualizar su tren motriz hasta la temporada 2022-23.
En estos tiempos difíciles, adaptar las estructuras de costos en el automovilismo es una prioridad para garantizar su sostenibilidad. Alenté las decisiones con respecto al Campeonato de Fórmula E de la FIA aprobadas por el Consejo Mundial del Deporte del Motor en este sentido, que están en línea con las discusiones actualmente en curso para las otras disciplinas de la FIA – Jean Todt
