Es un simple golpe de marketing, pero acertado será cuando ha llamado nuestra atención. Craft-Bamboo, actualmente centrada en las carreras de GT, recibió un encargo muy especial del fabricante chino de electrodomésticos Haier. Querían propulsar un coche de carreras con el motor de una de sus lavadoras, para probar así su potencia y fiabilidad. Y han cumplido con este especialísimo Fórmula Haier.
Dado que el motor de lavadora (660 vatios, es decir, menos de un caballo) lógicamente se queda lejos en prestaciones puras y duras de propulsores hechos ex profeso para coches, gran parte del trabajo de Craft-Bamboo consistió en reducir peso y resistencia aerodinámica, así como adaptar la alimentación al cambio de uso radical que iba a tener el propio motor.
Eso sí, nos dejan con la miel en los labios a la hora de conocer su comportamiento en pista, por muy modesto que pudiera ser su rendimiento… Sería oportuno recordar también que Dyson, el fabricante de aspiradoras, tiene planeado construir su primer coche eléctrico en Singapur para el año 2021.