Extraño fin de semana para los pilotos españoles con fortunas cruzadas a muchos niveles. Cruzadas el sábado, cruzadas el domingo… y cruzadas también entre una jornada y la otra. Mientras Carlos Sainz sorprendía ayer con una gran sesión clasificatoria con Fernando Alonso sufriendo el sábado, hoy la jugada fue completamente invertida. Sainz empezó fuerte y con ganas pero el desarrollo de la carrera le fue desfavorable y acabó fuera de los puntos en undécima posición, mientras Alonso supo recuperarse gracias a una buena estrategia para acabar en una correcta octava posición. Los dos pilotos españoles llegaron a verse incluso en pista las caras en un brevísimo duelo del que salió ganador el más veterano de los dos.
La sesión clasificatoria del sábado empezó con la suerte dispar para los dos pilotos españoles. Mientras Carlos Sainz daba la sorpresa de batir a Charles Leclerc en parrilla al ser quinto mientras el monegasco era octavo, Fernando Alonso volvía a mostrarse débil un sábado. El asturiano solo pudo ser décimo tercero a pesar de un Alpine que funcionaba claramente mejor que en la segunda cita de la temporada. Lo atestiguaba el sexto puesto de Esteban Ocon, precisamente al lado de Sainz. Como siempre en estos casos, importante mirar los neumáticos de partida de cada uno, con un Sainz que a diferencia de Leclerc empezaba la prueba con gomas blandas al haber pasado a Q3 con ellas. Alonso tenía el beneficio de poder elegir compuesto prácticamente en el último momento al partir desde fuera del top 10. Al final empezó la carrera con neumáticos medios.
La salida volvió a ser un buen ejemplo de las mencionadas suertes dispares de los dos pilotos españoles. Sainz arrancó especialmente bien y dio cuenta de Pérez, subiendo hasta la cuarta posición mientras por detrás Alonso se veía envuelto en varias peleas y caía hasta la décimo cuarta posición al término del primer giro. Tras la resalida en la vuelta 7, Sainz se vio sorprendido por Pérez en primera instancia y por Norris justo después, encontrándose de golpe y porrazo en sexta posición y justo por delante de Leclerc, que tenía a priori mejor estrategia en igualdad (o casi) de posición en pista. Más atrás, Alonso consiguió superar a Russell y pasar a ocupar la décimo tercera posición. Sainz fue el primer piloto del grupo delantero en parar con la monta de neumáticos medios en la vuelta 22.
Una vez realizadas las paradas en boxes, Sainz se mantenía por delante de Leclerc aunque con muy poca diferencia en pista entre ambos. Por su parte, Alonso alargó mucho su cambio de gomas y solo lo realizó en la vuelta 41, a falta de 25 para el final. Su parada tardía, un ‘overcut’ de libro, le permitió volver a pista con gomas nuevas y undécimo. Poco antes, Sainz había cedido su posición a Leclerc, con mejor ritmo para intentar alcanzar a Norris… pero eso le dejó ‘vendido’ frente a un Ocon que le superó por el exterior de la curva 1 en la vuelta 45. Cinco giros después, Alonso hizo lo propio al dejar atrás a Gasly y lanzarse a por Ricciardo, a quien superó justo después. El único desenlace posible era que ambos españoles se encontraran en pista… aunque dicho encuentro duró un rápido y preciso ataque de Alonso. Mientras este último se escapaba de Sainz, el madrileño perdía tiempo con respecto a un Ricciardo que pasaba al Ferrari sin muchos problemas.
La parte final de carrera cerró el extraño círculo de un Gran Premio de Portugal muy simétrico para los españoles. Alonso seguía adelante con muy buen ritmo y alcanzando a Ocon, con una ventaja muy pequeña del francés sobre el español al caer la bandera de cuadros, siendo los coches franceses séptimo y octavo respectivamente. Pero mientras Alonso había completado una excelente recuperación tras un sábado complicado, Sainz siguió perdiendo ritmo hasta quedar fuera de los puntos. Al final, el de Ferrari fue undécimo, sin recompensa y claramente superado por su compañero de equipo. La conclusión del Gran Premio fue la de un Sainz que empieza a atinar en velocidad pura pero que a la hora de gestionar la carrera estuvo aún un paso por detrás de su compañero, mientras Alonso compensó un inicio de fin de semana muy complicado con experiencia y saber hacer. En una semana, carrera en casa.