El pasado mes de junio se produjo un incidente muy negativo entre un piloto argentino, las redes sociales y la categoría en la cual competía. En aquel entonces, Agustín Canapino mostró indiferencia ante la escalada de violencia verbal que algunos de sus seguidores manifestaron en público contra Callum Ilott y luego contra Théo Pourchaire, a quien inclusive amenazaron de muerte. Ante la actitud de Canapino, de no intervenir para frenar lo que se estaba desatando a su alrededor, su equipo, Juncos Hollinger Racing, procedió a aplicar medidas disciplinarias como suspenderlo temporalmente y luego contratar a Nolan Siegel para reemplazarlo de forma definitiva.
Aunque Canapino argumentó que no tiene control sobre sus seguidores y que además en su país eran muy comunes las muestras de irrespeto e intolerancia entre los seguidores del deporte, sobre todo del fútbol, resulta que desde la IndyCar le advirtieron que, como parte de la organización, debe acatar las reglas de convivencia de Estados Unidos, que en ese momento le estaba concediendo la oportunidad de trabajar. Semanas después, Canapino admitió que había cometido un error al considerar que no se debía otorgar mayor importancia a los mensajes de sus seguidores en las redes, sin detenerse a considerar que la sociedad norteamericana, y sus organizaciones deportivas, condenan la discriminación y la violencia tras padecer fuertes conflictos raciales, religiosos, sociales y de xenofobia.
Tal nefasto antecedente halló eco en Franco Colapinto, quien ha sido testigo privilegiado de lo que se puede hacer a través de las redes sociales. El piloto argentino de 21 años, que cuenta con más de cuatro millones de seguidores en Instagram, decidió eliminar su cuenta de Twitter, actualmente X, debido al ambiente tóxico que se suele generar ante cualquier imagen, comentario o noticia que le involucre. Colapinto ha comprendido a tiempo que, como piloto del equipo Williams en la Fórmula 1, debe mantenerse alejado de escándalos y chismes, además de cerrar el acceso a su entorno de seguidores iracundos y problemáticos.
En palabras de Franco Colapinto:
Eliminé Twitter [X]. Creo que es muy tóxico. Hagas lo que hagas, todo tendrá un gran impacto. Ellos [los fanáticos] se enteran de cada pequeña cosa que haces. Eso es algo que debo entender, es parte del trabajo. En mi caso, me ayudará a no distraerme tanto [con las redes sociales] porque no son muy útiles. Es muy fácil que la gente entre en Internet y empiece a difundir algunas cosas… no tan agradables.
Vía Motorsport