Fue uno de los responsables del exitoso regreso de Porsche Motorsport al mundo de la resistencia y a partir de ahora será el que decida qué se hace y qué no dentro del automovilismo respecto a todas las marcas del Grupo VAG. Fritz Enzinger ha visto cómo el fabricante de Stuttgart se ha hecho durante los últimos cuatro años con hasta tres triunfos en las 24 Horas de Le Mans, tres títulos mundiales de fabricantes y tres de pilotos., todos ellos bajo su supervisión. Desde el pasado 31 de enero, el jefe del programa LMP1 de Porsche ha asumido su nuevo cargo como director deportivo del Grupo Volkswagen, algo que compaginará con su posición dentro de Porsche AG.
Este austriaco de 61 años será a partir de ahora el responsable de la orientación y coordinación de los distintos departamentos deportivos de fabricantes como Skoda, Audi, Volkswagen, SEAT o Porsche, sucediendo a su predecesor en el puesto, Wolfgang Dürheimer (desde febrero de 2011), encargado de tener que pasar por el difícil trago de dar carpetazo a los programas en el WEC de Audi Sport y en el WRC de Volkswagen Motorsport. Ahora será Enzinger el que tenga que responder directamente al Presidente del Consejo de Administración de Volkswagen, Matthias Müller.
Bajo su mando pasarán a estar proyectos como el que quiere encabezar Volkswagen en el Mundial de RallyCross, la llegada de Porsche a la Fórmula E, así como los programas carreras-cliente que pueden tener las distintas marcas del Grupo VAG. También en su mano estará la estrategia deportiva de cada uno de los fabricantes a largo plazo, entre ellos los de la añorada SEAT Sport. Por último, aunque no menos importante, otra de sus tareas es la de organizar la coexistencia de motores de combustión interna con soluciones híbridas y vehículos 100% eléctricos en competición, algo que por el momento está cayendo más a favor de estos últimos después de las últimas decisiones deportivas.
Nuestra presencia en el World Endurance Championship es un ejemplo perfecto de lo que las marcas del Grupo pueden hacer para obtener el mejor rendimiento y las innovaciones más avanzadas cuando compiten en la misma serie. A pesar de esta situación de competencia intencionada, el Grupo debe tener una autoridad central que pueda examinar y evaluar los compromisos de las marcas, identificar sinergias y preservar los conocimientos técnicos desarrollados para el Grupo.