El mermado Mundial de Rallycross sigue intentando dar el espectáculo que siempre ha caracterizado este tipo de disciplinas. La marcha de fabricantes oficiales como Peugeot, Ford, Audi y la dominadora Volkswagen ha dejado tiritando un certamen que había empezado con buen pie sus primeros años de existencia bajo apoyo de la FIA. Una mezcla de voluntad distinta por parte de las marcas y de imposición del coche eléctrico por parte de la organización no puso de acuerdo a los actores de la película, que dejaron el rodaje a medias y los secundarios tuvieron que salvar el barco.
Dichos secundarios son afortunadamente estelares en su mayoría. Andreas Bakkerud y los hermanos Hansen son los principales nombres que se han quedado a bordo y coparon el podio en el Circuit de Barcelona-Catalunya, escenario que vio a los coches del salto y el derrape por quinto año consecutivo reflejados en la cámara de nuestro habitual Jordi Gimeno. Niclas Grönholm, Janis Baumanis, Timur Timerzyanov, Liam Doran y el ex campeón del DTM Timo Scheider dan colorido y variedad a una categoría que no parece echar de menos el mediatismo de Johan Kristoffersson, Mattias Ekström, Sébastien Loeb y Petter Solberg.