Bombazo el vivido este miércoles por la tarde en el automovilismo estadounidense. Chip Ganassi Racing, una de las escuderías señeras en Norteamérica, dirá adiós a la NASCAR a finales de 2021 tras haber vendido sus licencias y todo el material del equipo de NASCAR Cup Series a Trackhouse Racing. Pone así punto final a un proyecto que ha durado dos décadas.
Justo es decir que Ganassi, pese a sus innumerables logros en monoplazas y resistencia, jamás fue capaz de alcanzar tales cotas de éxito en stock cars, quedándose lejos del objetivo de lograr el título pese a la fuerte apuesta realizada con Juan Pablo Montoya, el paso de pilotos como Kyle Larson (despedido tras su escándalo racista), Kurt Busch o Martin Truex Jr. o la fallida transición de monoplazas a NASCAR de un grande como Dario Franchitti. Su mayor logró fue la Daytona 500 conquistada por Jamie McMurray en 2010. Pero no por ello deja de chocar que Chip Ganassi tire la toalla.
En declaraciones a Associated Press el carismático jefe de equipo explicó que recibió «una gran oferta que llamó mi atención». Y esa fue la de Justin Marks, propietario de Trackhouse Racing. Una estructura que debutó este año con el mexicano Daniel Suárez como piloto y Pitbull de copropietario mediático. La próxima temporada heredará todo el material de Ganassi y alineará así un segundo coche.
La operación permitirá a Ganassi centrar esfuerzos en su creciente programa DPi, a la espera del debut de los LMDh.
Foto | CGR Teams – Twitter
