Todos nos hemos dejado llevar por el espíritu de Gerard Farrés y su energía indomable. El piloto de Manlleu disputará a partir del sábado su 11º Dakar, tal y como anunció ayer, el último que realizará en moto tras haber terminado en el podio en la edición de 2017. El motard español, punta de lanza del equipo Himoinsa de Miguel Puertas, sufrió una lesión de rodilla en el Hellas Rally el pasado mes de mayo, algo de lo que le ha costado mucho recuperarse y que le ha hecho replantearse su continuidad en la carrera cuando está a punto de cumplir los 39 años.
Llevo muchos años disfrutando y peleando en esta gran carrera. Como siempre digo, para mí más que una carrera ha sido una forma de vida. He sufrido y he disfrutado, y el tercer puesto que conseguimos el año pasado ha sido un sueño hecho realidad, un auténtico premio para toda mi carrera profesional. No puedo pedir más. Creo que ha llegado el fin de un ciclo y he tomado la decisión de parar y disfrutar de estos éxitos.
De esta forma, esta será la última vez en que veamos a Farrés disputar la carrera sudamericana al manillar de su KTM 450 Rally, no descartando que pueda en un futuro competir en la carrera pero ya sobre cuatro ruedas, concretamente con un buggy, en una categoría en la que no deba preocuparse de la rodilla maltrecha. Farreti se despedirá el próximo 20 de enero, pero espera que no sea un adiós y quiere que sigamos contagiándonos con su forma de ser también al volante de un coche.
Ahora quiero centrarme en cada etapa y pelear día a día a partir del día 6. Después descansaré y me plantearé el futuro, pero tengo claro que no quiero dejar esta maravillosa familia, así que buscaré la manera de continuar puede que en un buggy aunque quiero pensármelo con calma. Me apetece muchísimo seguir experimentando nuevas sensaciones en esta carrera.