Llegaron más contentos que nunca a la meta de la etapa maratón. No solo habían llegado vivos al final de la gran prueba de fuego que sobre el papel tenía este Rally Dakar 2019, sino que además los inventos con pañales de Dani Oliveras para proteger la caja de cambios del cubrecárter habían funcionado y ‘Farreti’, rememorando sus vídeos a gritos antes de entrenar en moto, celebraba que habían llegado al ecuador de la carrera sudamericana al frente de la categoría de los Side-by-Side.
Tras ser los primeros españoles que conseguían una victoria parcial, su buena etapa en la quinta jornada entre Tacna y Arequipa, sumado a la decisión de Dirección de Carrera de terminar el recorrido competitivo en el CP3 por motivos de seguridad, entregaba la cabeza de la tabla para la pareja española del equipo Monster Energy Can-Am. Todo parecían grandes noticias, con un margen sobre el vigente campeón, Reinaldo Varela, y ya habiendo descartado prácticamente a un Ignacio Casale al que se le resistía más el cambio de montura que a su compatriota, “Chaleco” López.
Conseguir la primera victoria española en SxS, ser líderes de la categoría… esto es mágico para nosotros. El año pasado, cuando tomé la decisión de bajarme de la moto tenía claro que mi idea era ir con un Can-Am y con el objetivo de poder ganar ya en esta edición, así fue como se lo propuse a mi mánager Óscar Lanza para tratar de ser el primer español en luchar por vencer en la categoría. Aún queda mucha carrera, pero creemos que en estos cinco días hemos demostrado que el planteamiento fue correcto, estamos muy contentos.
Aunque la dirección de carrera seguía sin presentar las clasificaciones oficiales, Farrés y Oliveras se sabían grandes beneficiados de esta segunda parte de la etapa maratón, e incluso había opciones para preparar la estrategia de cara a la segunda semana.
Realmente en el SxS el concepto atacar no es el mismo que en la moto, aquí sobre cuatro ruedas se trata de hacer lo que hemos hecho hasta ahora: ir con cabeza, no pinchar, no perdernos y no tener errores, esto es atacar para nosotros ahora mismo. No es el atacar de meter más gas, aquí si metes más gas rompes un amortiguador, una rueda o un palier, por lo que ésta es otra filosofía y seguiremos haciendo lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Es difícil cuando tenemos que hacer nuestra táctica en alguna zona rota e ir al 80% y ver que un Kariakin nos pasa a fondo para luego ver que en el CP nos aventaja en cinco minutos. Esto es muy complicado mentalmente, pero luego llega la recompensa cuando resulta que por ir a fondo ha destrozado el coche y al día siguiente pierde 20 minutos. El resumen es que después de cinco días estamos primeros y tenemos que seguir con esta táctica, no es un tema de correr más, es un tema de cometer el menor número de errores posible, esto nos hará estar delante. Si somos capaces de estar cada día a un máximo de diez minutos del primero de la etapa iremos bien, tendremos posibilidades de vencer en este Dakar.
Finalmente, la neutralización se les volvía en su contra. Aunque fue la propia organización la que les dijo que no tomaran la salida a partir del CP3 (situado a los 425 kilómetros) después de Reinaldo Varela y del chileno Rodrigo Moreno Piazzoli, la decisión final de los comisarios ha sido la de establecer un tiempo promedio al resto a través de una fórmula que ha resultado en una rectificación/penalización de 33 minutos sobre Gerard Farrés y Dani Oliveras aunque en el punto en el que se paró la competición tan solo perdían 10 minutos y 11 segundos con sus compañeros brasileños.
Esto los ha llevado a partir a la sexta etapa como terceros de la general con una desventaja de 14 minutos en lugar de defender su liderato. Quedará esperar la decisión de los comisarios, aunque visto lo ocurrido durante los días anteriores, parece difícil que haya modificaciones a esta medida. Farrés aseguraba en Teledeporte que Isidre Esteve y el propio Peterhansel también se habían visto afectados por ello, aunque en el caso del francés la clasificación no refleja cambios.
