Como presidente de ITR, empresa responsable de organizar el DTM, Gerhard Berger expresó que no es partidario de aplicar un Balance of Performance para equilibrar el campeonato ya que no es de su agrado ralentizar a los pilotos más rápidos para intentar crear un mayor espectáculo en pista. Según su criterio, el añadir peso a los coches quedó atrás mediante un acuerdo entre todos los participantes, eso fue en 2017, y aunque cuando se tomó la medida no estuvo presente Aston Martin, igual cree que el nuevo participante no será partidario de esas prácticas en la competición.
Para Berger, cada fabricante tiene el compromiso de competir a su mejor nivel y justamente ese es el espectáculo que desea apreciar en pista. Las nuevas reglas, tanto de motores como de aerodinámica, ofrecerán novedosas perspectivas a un campeonato que había permanecido estático durante mucho tiempo y no luce justo que se pretenda castigar a los que han realizado un mejor trabajo en el desarrollo de su propuesta para esta temporada.
Según su opinión, el Balance of Performance solamente se debería aplicar en categorías donde intervienen coches muy distintos, pero en el DTM, donde compiten tres fabricantes con coches turismos de similares especificaciones, beneficiar a unos y perjudicar a otros simplemente alejaría a potenciales interesados en ingresar puesto que se estaría enviando un mensaje distorsionado, lo haces bien y serás castigado.
En palabras de Gerhard Berger:
Mientras viva, no habrá tal cosa. Veremos cómo abordamos el problema con los japoneses porque hay diferencias, pero en el DTM, con suerte, las ponderaciones de rendimiento nunca volverán a estar en la mesa. Tenemos que volver a crecer juntos y espero, por supuesto, que la competencia esté apretada desde el principio.
Vía | Motorsport Total
