El ex piloto austriaco no está de acuerdo con el aumento de peso en los actuales monoplazas de Fórmula 1, cifra establecida en 733 kilos, cuando se supone que con tanta tecnología deberían ser más ligeros que aquellos que compitieron en la época de los motores V12 y V10. En contraste, se le sugiere a los pilotos bajar su peso corporal, situación absurda para Berger. El temor a un desequilibrio en la competición no puede consistir en obligar a todos a correr con un peso específico, impedir la libertad de idear alternativas para aligerar los coches es una regla contraria a la naturaleza de la Fórmula 1.
En sus declaraciones para ServusTV, Berger, quien actualmente se desempeña como jefe del DTM, no resta méritos a todo el avance que ha traído la tecnología híbrida, ciertamente los actuales coches son más rápidos que los Fórmula 1 de su tiempo, pero criticó tanta rigidez en las reglas porque se restringue las sensaciones a los pilotos. Con más de 700 kilos, un Fórmula 1 sería comparable a un camión, por mucha velocidad que pueda desarrollar. Añadió que el dispositivo Halo adiciona unos nueve kilos de peso al conjunto y para compensar ese hándicap, sobre todo en el paso por curva, el piloto debe perder peso corporal sin comprometer su estado físico ante las exigencias de una carrera.
Como exponente de la vieja escuela, Berger es de los que cree que con los materiales y la tecnología implicada en la Fórmula 1, un monoplaza puede pesar fácilmente unos 500 kilos, con esa reducción va a influir sobre las sensaciones de los pilotos porque la etapa de aprendizaje se realiza sobre coches ligeros. No habría necesidad de modificar los estilos para adaptarse a la gestión de recursos. También puede aplicarse la opción de correr con 500 kilos sin un motor híbrido y aquellos equipos que quieran utilizar tales unidades de potencia se les añade un peso adicional hasta equilibrar la competición. Todo es cuestión de avanzar en todos los sentidos.
Los coches pronto serán camiones y no es una broma. Es necesario reducir el peso y aproximadamente otra vez a los 500 kilos. Antes podías aligerar el coche y tener ventaja, podías ir más rápido. Pero el temor a la disparidad y el deseo de las grandes marcas en ser protagonistas a través de sus motores híbridos ha inclinado la balanza hacia un mayor peso. Sin duda estos coches son más rápidos, pero cada año aumentan el peso y eso es abdurdo si se habla de desarrollo.
Vía | Motorsport Total