El único fabricante de automóviles belga quiere celebrar sus 25 años de existencia con una gran iniciativa. Automobiles Gillet cumplirá el próximo año 2018 su primer cuarto de siglo de edad y es por ello que han planeado un evento excepcional: competir en la Subida a Pikes Peak con un Gillet Vertigo reacondicionado para enfrentarse a la famosa montaña del Colorado y con la hija del gran Jacky Ickx, Vanina Ickx, al volante.
El plan pasa por construir el Gillet Vertigo más extremo del planeta, aportándole 300 CV de potencia extra (600 CV para 600 kilógramos de peso) y una aerodinámica específica para que este roadster pueda coronar el próximo mes de junio la subida de montaña más famosa del planeta. El proyecto, que fue presentado en los talleres de Automobiles Gillet la pasada semana no tiene como objetivo la victoria o el fulminar el estratosférico tiempo de 8 minutos y 13,878 segundos logrado por Sébastien Loeb en el año 2013, sino que la intención es la de simplemente darse un homenaje por el 25 aniversario.
Paré mi carrera deportiva por un tiempo… y no esperaba volver. Cuando el equipo de Tony Gillet me ofreció ponerme otra vez el casco para correr en Pikes Peak, no vacilé ni un solo segundo. El desafío es muy emocionante. Es una carrera mítica. Iremos allí para intentar ganar el trofeo entre las féminas y subir en dos podios, uno en el de Rookies y otro en el de Históricos. Me pone bajo presión, pero estaré lista.
El plan, que nació hace dos meses en la cabeza de Pascal Witmeur tiene como fecha límite el día de Navidad de este año, el 25 de diciembre. Ese día se valorará si se dispone de los fondos necesarios para llevar a un Gillet Vertigo a Pikes Peak. Recordemos, que este modelo, además de una versión de circuitos GT2, también fue muy conocido a principios de la década de los noventa por ser capaz de hacer el récord del mundo de aceleración, logrando un 0 a 100 km/h en apenas 3,1 segundos.