Tanto para el WEC como para el automovilismo en general, la marcha de Audi del mundo de la resistencia era una situación dramática puesto que ello dejaba a Porsche y Toyota como únicos participantes en LMP1. El fracaso sonado de Nissan y la retirada de la categoría principal de Rebellion complicaba el futuro de la clase reina de la resistencia pero desde hace unas semanas, un nombre había aparecido en todas las quinielas. Finalmente Ginetta ha anunciado esta mañana que tendrá un coche de LMP1 para la temporada 2018.
La llegada de Ginetta al WEC en 2018 elevará el número de fabricantes a tres una vez más después de los desastrosos -en materia de equipos que dejaron el campeonato- 2015 y 2016. El campeonato recuperará así parte de su atractivo al contar con más coches de LMP1 y además volverá a contar con los tradicionales coches de tipo constructor privado. De hecho, Ginetta no trabajará con un equipo oficial sino que lo hará con clientes y para ello ha buscado de entrada a equipos que ya utilizan sus máquinas hoy en día.
El objetivo inicial será de construir diez chasis para repartirlos en equipos de dos o tres unidades. Por ahora, PRT Racing y ARC Bratislava han mostrado su interés y están bien situados para tener a coches en pista en 2018. Si el proyecto tiene éxito y es suficientemente atractivo a nivel tecnológico y económico, los números en LMP1 podrían recuperarse de forma importante de cara al próximo año con lo que para el ACO era una proposición demasiado interesante.
Ginetta ha destacado en los últimos tiempos por haber sido uno de los fabricantes más exitoso con la revolucionaria categoría LMP3 que se estrenó en 2015. Aunque su chasis de LMP2 no fue aceptado, su relación con el ACO es a día de hoy aún muy buena y esto junto con las alteraciones en la normativa del WEC ha ayudado a tomar la decisión. Tras la creación del Ginetta G57, el siguiente objetivo de la marca británica solo podía ser estar en la cima de los prototipos y llegar al LMP1, lo que hará el próximo año.
El ACO ha fijado las normativas de LMP1 para los próximos cinco años y además ofrece una fórmula de desarrollo más abierta que la de LMP2, lo que atrae a Ginetta. De esta forma, el diseño del nuevo coche parte desde cero y con mentes más que reconocibles. Para que su proyecto tenga éxito, se empleará a Adrian Reynard para el desarrollo aerodinámico además de otro hombre clave en este departamento que aún no ha sido nombrado pero que proviene de un equipo oficial en LMP1-H.
También llegará al equipo Paolo Catone, diseñador del Peugeot 908, quien traerá su experiencia en la categoría y ayudará a Ginetta a entrar con ciertas garantías. A nivel de «entrañas», el Ginetta de LMP1 utilizará un motor Mecachrome y una transmisión X-trac, con lo que el rendimiento debería estar asegurado en ese sentido. Aunque por otra parte, si algo nos ha enseñado la historia es que batir a los fabricantes con un proyecto de tipo constructor es especialmente difícil y la mayoría de veces cuesta tener éxito. El programa de pruebas comenzará tras las 24 horas de Le Mans de este año.