En una temporada de IndyCar Series marcada por la alternancia, pues hasta ahora ningún piloto había repetido triunfo, el trazado de Detroit Belle Isle cortó la racha. Y no fue con un piloto de Penske, Ganassi o Andretti, lo más lógico, sino con Graham Rahal y el equipo de su padre. Quizá no fue el mejor fin de semana para Oriol Servià, pero no parece casualidad que el éxito les haya llegado cuando por fin ha llegado ese segundo coche del equipo que Rahal Letterman Lanigan Racing esperaba como agua de mayo.
Las dos carreras a disputar en Belle Isle definieron un parrilla en sesiones de clasificación reducidas y por grupos. En la primera de ellas el mejor tiempo fue marcado por Helio Castroneves, pero la fortuna empezó a sonreír desde ese mismo momento a los Rahal: Castroneves fue penalizado al no reducir su velocidad bajo bandera amarilla y Graham heredó la pole, siendo el brasileño de Penske segundo. En un escenario donde suelen fallar los ganadores de las 500 Millas de Indianápolis ante la carga de trabajo de esa semana Takuma Sato brilló, siendo tercero. Oriol Servià pagó la falta de práctica en ruteros y fue último mientras que el debutante Esteban Gutiérrez cumplió con un 18º puesto por delante de su compañero Ed Jones.
En una primera carrera eminentemente estratégica las dos paradas por las que apostó Graham Rahal fueron el camino a seguir, pese a que algunos intentaron ir a tres paradas, algo contranatura en un trazado donde siempre resulta complicado adelantar. Rahal lideró 55 de las 70 vueltas para llevarse el triunfo por delante de Scott Dixon (pese a arrastrar secuelas de su accidente en Indianápolis), pero uno de los grandes protagonistas del día acabó justo detrás de ellos. Tras cometer un trompo en la primera curva James Hinchcliffe se sacó de la manga una improbable remontada: se quitó de encima el compuesto blando, rodó con el duro esperando una oportunidad y una bandera amarilla por avería en el coche de Conor Daly y trompo de Charlie Kimball se la brindó. De entre quienes apostaron por las tres paradas el más perjudicado fue Helio Castroneves: llegó a liderar pero sólo fue séptimo. Oriol Servià acabó 20º tras pulsar dos veces el limitador de velocidad en boxes, pasarse y ser sancionado, mientras que Esteban Gutiérrez terminó su primera carrera en IndyCar justo por delante, 19º.
Takuma Sato ya rompió la racha negativa de los ganadores en Indianápolis con un octavo puesto el sábado (normalmente ni huelen el Top Ten), pero mejoró aún más el domingo al marcar la pole position con récord de la pista, batiendo así a Ryan Hunter-Reay y Graham Rahal. Los pilotos encuadrados en el Grupo 1 de clasificación se vieron perjudicados por un accidente de Carlos Muñoz tras fallo mecánico que impidió que tuvieran múltiples intentos y entre ellos el que más sufrió fue Oriol Servià. Con un pit al fondo de la parrilla no pudo dar ni una vuelta limpia, quedando relegado al 20º puesto en parrilla.
Sato aguantó en cabeza el inicio de la segunda carrera, pero pronto quedó patente que no había quien tosiera a Rahal, autor de una magnífica maniobra de adelantamiento por el exterior a Hunter-Reay. Y luego superó en boxes a Sato, algo que emuló Will Power en las segundas paradas. Los problemas mecánicos de James Hinchcliffe y Spencer Pigot en los compases finales de la prueba hicieron que Dirección de Carrera optara por sacar bandera roja para poder limpiar la pista y que el final no quedara deslucido, una decisión ciertamente polémica. Pero los veinte segundos de Push to Pass extra que tenía Rahal fueron suficientes para que Josef Newgarden, segundo tras hacer funcionar una estrategia a tres paradas gracias a la limpieza de la carrera, no pudiera meterle morro en las vueltas finales. Completó el podio Power, seguido de Sato, Pagenaud y Dixon. Una vez más Oriol Servià fue sancionado por exceso de velocidad en el pitlane, algo que esta vez el equipo achacó a algún fallo de calibrado, acabando 19º, mientras que Esteban Gutiérrez progresó y terminó 14º su primer fin de semana de IndyCar.
Una vez rota la racha de ganadores distintos (siete en las siete primeras carreras del año) el liderato del campeonato queda en manos de Scott Dixon, ocho puntos por delante de un Helio Castroneves que finalizó en el Top Ten la segunda carrera pese a un pinchazo al tocarse con Ryan Hunter-Reay. Su maravilloso fin de semana en Belle Isle permite a Graham Rahal colocarse sexto, tras Sato, Pagenaud y Newgarden. Esta misma semana tendrá lugar una nueva cita en el óvalo de Texas.
Foto | IndyCar Series