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Gran Premio de Austria 1964: El día que Lorenzo Bandini estuvo en la cima del mundo

La historia del Gran Premio de Austria está fragmentada en cuatro épocas a lo largo de los últimos 55 años. Con cuatro nombres propios para lo que es esencialmente el mismo lugar, todos los Grandes Premios de Austria de la historia de la Fórmula 1 pertenecen a la misma zona, la región de Zeltweg. Si desde 2014 la carrera se disputa en el Red Bull Ring, entre 1997 y 2003 lo hizo en el A1-Ring y entre 1970 y 1987 el nombre propio fue el Österreichring, el primer circuito fue en realidad otro distinto… el Aeródromo de Zeltweg. Allí empezó la historia de Austria en la Fórmula 1, con una carrera no puntuable en 1963 que tuvo como ganador a Jack Brabham. En 1964, la cita era ya parte del mundial y vivió la única victoria del popular piloto italiano Lorenzo Bandini.

La cita austríaca con la Fórmula 1 en 1964 era la séptima prueba de la temporada, con un campeonato que vivía una interesante lucha por el título entre Graham Hill y Jim Clark. El primero era líder de la general con 32 puntos, mientras el segundo le seguía de cerca con 30. Tras ellos, John Surtees contaba con 19 puntos y reivindicaba sus opciones con una victoria en la carrera anterior en el Nordschleife. Por detrás, un triple empate entre Richie Ginther, Peter Arundell y Jack Brabham que le daba a la prueba de Zeltweg cierto atractivo, al comenzar la recta final del campeonato. De las 15 vueltas en Nürburgring, se pasba a las 105 de Zeltweg, debido a la corta distancia del trazado, de solo 3,2 kilómetros y a menos de 7 kilómetros de distancia del emplazamiento del futuro Österreichring.

En los entrenamientos clasificatorios, el mejor tiempo y por ende la pole position fueron para Graham Hill, único piloto capaz de bajar del minuto y diez segundos. El líder de la general empezaba el fin de semana de la mejor manera posible, por delante de John Surtees y Jim Clark, sus rivales en la lucha por el título. Dan Gurney y Richie Ginther completaban el top 5, mientras por detrás, Jack Brabham, Lorenzo Bandini, Mike Spence, Bruce McLaren y Jo Bonnier debían ser candidatos secundarios a la gloria austriaca. El héroe local, Jochen Rindt, partía décimo tercero en su debut mundialista. En la salida, el primer líder fue un sorprendente Gurney que tomó la delantera… aunque su alegría duró apenas una vuelta, antes de ser superado por un inspirado Surtees.

A pesar de ello, la suspensión del británico hizo que el liderato volviera a manos de Gurney y su Brabham tras la vuelta 9. Comenzó entonces un firme liderato de Gurney en el coche número 5 por delante de Clark y Bandini, con McLaren, Bonnier y Ginther en la zona de puntos. Las cosas irían cambiando con el abandono de Clark en la vuelta 40 con problemas en la transmisión, justo una vuelta antes que su compañero de equipo… con el mismo problema. También abandonó McLaren, por un fallo del motor, mientras Gurney acabó retirándose en la vuelta 47 con problemas de suspensión, al igual que Surtees. La carrera daba un inesperado giro antes de llegar a completarse la primera mitad de la misma y en la vuelta 48, el nuevo líder era Bandini.

El italiano no se había visto jamás en la tesitura de liderar un Gran Premio con tantas opciones de acabar llevándose la victoria como ese día y tendría que soportar la presión de los rivales. Tras el de Ferrari, solo diez coches más sobrevivían al que estaba siendo un sorprendentemente difícil y duro Gran Premio. La carrera entró entonces en una calma relativa, sin más cambios de posiciones que los producidos por los abandonos de Phil Hill por un accidente en la vuelta 58 y Jochen Rindt en el mismo giro, con problemas en el volante. En la vuelta 76, se retiró también Brabham aunque por la normativa de la época quedó clasificado a 29 vueltas. Las posiciones, sin cambios, se mantenían con Bandini por delante de Ginther, Bonnier, Anderson, Maggs, Ireland, Baghetti y el as del motociclismo Mike Hailwood.

Este orden se mantuvo estático durante 17 vueltas, antes de producirse el abandono de este último, también clasificado en el resultado oficial. La siguiente víctima fue Baghetti, quedando solo seis coches en pista. A cinco vueltas del final, Ireland superó a Bonnier y se situó en quinta posición, manteniéndola hasta el final. Mientras tanto, la ventaja de Bandini y Ginther supuso que fueran estos dos, quienes completaran la distancia de 105 giros, pues el tercer clasificado estaba a tres vueltas. A pesar de los intentos de Ginther en su BRM, al final tuvo que conformarse con la segunda posición, mientras Bandini lograba un celebrado triunfo por la Scuderia Ferrari con solo seis segundos de ventaja. El podio lo completó Bob Anderson en su Brabham privado.

Mientras tanto, Tony Maggs fue cuarto, con Innes Ireland en quinta posición con su BRP y Jo Bonnier en sexta posición con otro Brabham. El mundial se mantenía igual que antes de la carrera en las primeras posiciones, aunque se desacía el empate por el cuarto puesto en la general. De esta forma, Ginther se situaba con 17 puntos a tan solo 2 de Surtees y Bandini era quinto con 15 puntos. Las opciones de título de ambos eran escasas, como también empezaban a serlo las de Surtees. Pero en una época en la que la fiabilidad era crucial, el expiloto de motociclismo estaba a punto de dar un golpe de efecto al terminar las últimas tres carreras en el podio, camino a un título de leyenda. Pero, como suele decirse, eso es historia para otro día.

En cuanto al Gran Premio de Austria, su desembarco en la Fórmula 1 se había producido con más problemas de los esperados, a pesar del éxito de la carrera entre el público. Los pilotos consideraron que el circuito era demasiado estrecho y demasiado bacheado. Además, a pesar de la afluencia de público, las zonas para ver los coches no fueron especialmente populares y con tantas críticas, la FIA decidió quitar el evento del calendario hasta que hubiera un circuito construido específicamente para ello, lo que acabó resultando en el fantástico Österreichring. Aunque para ello, habría que esperar seis años…

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