El Gran Premio de Bahréin es desde mediados de la década pasada una de las carreras ‘clásicas’ de la parte inicial de campeonato del mundo de Fórmula 1. Aunque actualmente la carrera se disputa de noche, en sus inicios era una cita diurna y de las más calurosas del mundial. El debut de Bahréin en la categoría reina se produjo en 2004, con la nueva carrera viendo el dominio de Ferrari con Michael Schumacher por delante de Rubens Barrichello en la última gran temporada triunfal de la Scuderia. Había llegado una carrera con poca ilusión para los aficionados pero que con el paso de los años parece haber sido aceptada como una más en el Gran Circo de la Fórmula 1, en parte gracias a un circuito que ha conseguido traer carreras interesantes y bonitas batallas.
El primer Gran Premio de Bahréin fue la tercera carrera de la temporada 2004, tras las citas de Australia y Malasia en las que había ganado el propio Schumacher con el nuevo F2004. El mundial llegó a Manama con el alemán en cabeza de la general con 20 puntos por 13 de su compañero Barrichello y 12 de Juan Pablo Montoya, el único hombre capaz de intentar plantar cara a los Ferrari. Aún así, el difícil y visualmente inusual Williams FW26 no permitiría que el colombiano tuviera una arma a la altura de su talento. Tras ellos, Jenson Button era cuarto y Fernando Alonso quinto. Para Bahréin, la novedad del trazado hacía que pudiera haber algo más de incógnita sobre qué coches rendirían mejor en el desierto, aunque Ferrari era clara favorita, algo que quedó corroborado en la sesión clasificatoria.
De esta forma, la pole position fue para Schumacher, que batió por casi cuatro décimas a Barrichello y en casi medio segundo a los Williams de Montoya y Ralf Schumacher. Los BAR-Honda de Takuma Sato y Jenson Button completaron una tercera línea uniforme antes de llegar al inspirado Jarno Trulli, último piloto en meterse en el mismo segundo que la pole. Por detrás, los Toyota y David Coulthard redondeaban el top 10. Alonso sufrió en la sesión clasificatoria y solo pudo ser décimo séptimo, mientras Kimi Räikkönen tenía problemas técnicos y se quedaba sin marcar registro, obligado por lo tanto a salir último. El calvario de McLaren no había hecho más que empezar.
Para Ferrari, la de Bahréin fue una nueva demostración de poderío con sus dos pilotos alternándose el liderato por las paradas en boxes a lo largo de la carrera. Solo Button logró ocupar la primera posición en la vuelta once en el lapso de las primeras paradas a boxes. Schumacher lideró la gran mayoría de vueltas para llegar a una nueva victoria, la tercera de la temporada camino a su séptimo y último título. Tras él, Barrichello estuvo en cabeza en algunos giros aunque siempre con menos ritmo que su jefe de filas. El brasileño cruzó la línea de meta a menos de un segundo y medio, con un equipo Ferrari que de alguna forma lograba la victoria en formación militar. El podio lo completó un impecable Button que del sexto en parrilla llegó al tercer puesto bajo la bandera de cuadros.
De hecho, los chicos de BAR y Renault fueron algunos de los grandes protagonistas el domingo, siendo claramente más competitivos en carrera que los Williams. Más allá del tercer puesto de Button, Sato logró un sólido quinto puesto por detrás de Trulli, que había aguantado toda la carrera en posiciones delanteras. Por detrás del japonés, Alonso logró el sexto puesto después de una fantástica remontada. A pesar de no lograr remontar una sola posición en la salida y tener que parar para cambiar el morro de su R24 tras los daños sufridos al contactar con uno de los Jaguar, el español recuperó posiciones, completó grandes adelantamientos y se ganó el reconocimiento del paddock, una vez más.
Mientras tanto, McLaren volvía a ser la cruz del Gran Premio a pesar de que brevemente se vieron algunos ‘flashes’ de velocidad. A pesar de salir último, Räikkönen llegó a remontar hasta estar en los puestos delanteros y cuando peleaba por el tercer puesto, su motor dijo basta y el finlandés tuvo que retirarse. También acabó fuera de carrera su compañero de equipo, un Coulthard que andaba bastante más retrasado en el momento de su abandono. La otra decepción estaba en Williams, con Schumacher séptimo tras partir tercero y Montoya fuera de carrera con problemas en su caja de cambios a falta de pocas vueltas para el final. De esta forma, el último punto del fin de semana fue para Mark Webber, que logró subir desde el décimocuarto puesto hasta el octavo en su Jaguar.
Fuera de los puntos, los dos Toyota y Sauber llegaron a una vuelta del ganador, con Christian Klien, los Jordan y Gianmaria Bruno completando también la carrera. El otro abandono fue el del húngaro Zsolt Baumgartner, cuyo motor Cosworth se rompió a falta de trece vueltas para el final. A pesar del duro clima del Gran Premio de Bahréin, «solo» hubo que lamentar cuatro abandonos, menos de lo que inicialmente se esperaba y había preocupado a los equipos. También llegaron los pilotos al final de carrera sin sufrimientos que no hubieran pasado en el siempre duro Gran Premio de Malasia. Para la Fórmula 1, el éxito de esta carrera abría una nueva tépoca en la categoría reina, en la que Asia pasó a tener más importancia que nunca en un calendario con cada vez más carreras fuera de los sitios más tradicionales.
En cuanto al campeonato de 2004, sería la última vez que habría éxitos absolutos para Michael Schumacher, camino a su séptimo título en un año triunfal. Por detrás, nombres como los de Jenson Button, Kimi Räikkönen y Fernando Alonso iban haciendo cada vez más ruído. Marcados como los talentos de futuro, eran tres de los próximos campeones a quienes aún se les había de unir la pareja más exitosa de Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. En cuanto a Bahréin, siguió asentándose en el calendario, pasando por varias situaciones en sus quince años de vida: un trazado distinto en 2010, la cancelación de la carrera en 2011, una cita nocturna en tiempos recientes… sin duda, una cita que ha vivido de todo.