La victoria de Nico Rosberg en el Gran Premio de China de 2012 no cambió nada y sin embargo lo cambió todo. En el momento, era simplemente la esperada y demorada primera victoria de una escuadra que había dilapidado millones en coches mediocres y se empezaban a parecer cada vez más a una Toyota moderna pero el triunfo les quitó esa presión de encima y les ayudó a creerse capaces de luchar por ganarlo todo. También a Nico Rosberg, que en cinco temporadas logró un total de veintitrés victorias y acabó convirtiéndose en campeón del mundo antes de retirarse por sorpresa al finalizar 2016. Todo ello tuvo su punto de origen en Shanghái, hace tan solo un lustro.
La Fórmula 1 comenzó la temporada 2012 con una pequeña revolución de Pirelli que trajo algunos de los resultados más inesperados de los últimos años, incluyendo siete pilotos distintos en ganar las siete primeras carreras del año y cinco equipos distintos en ganar los cinco primeros Grandes Premios de la temporada. Aunque equipos como Red Bull y Ferrari seguían sacando más partido de las carreras donde no ganaban, el rendimiento llegaba a ofrecer verdaderas variaciones de una cita para otra y eso fue parcialmente lo que ayudó a que Mercedes pudiera tener su primer éxito en la categoría reina desde 1955.
La sesión clasificatoria trajo ya la primera sorpresa con un Nico Rosberg que obtuvo su primera pole position por delante de Michael Schumacher, que había clasificado tercero pero subió al segundo puesto tras una sanción a Lewis Hamilton por reemplazar su caja de cambios.. Con los dos alemanes a bordo de sus flechas de plata en primera fila, la carrera era estratégicamente fácil para ellos… siempre que los monoplazas no consumieran neumáticos en exceso. Entre los Mercedes y Hamilton encontramos a un sorprendente Kamui Kobayashi por delante de Kimi Räikkönen, Jenson Button y Mark Webber.
Mientras tanto, Fernando Alonso partía desde la décima posición con Pedro de la Rosa vigésimo segundo a bordo del HRT por delante de su compañero de equipo Narain Karthikeyan y Jean-Eric Vergne, obligado a salir desde el carril de boxes por trabajar en su coche los mecánicos entre el sábado y el domingo en contra de la normativa de parque cerrado. En el momento de la salida, Rosberg mantuvo la cabeza fría y no se dejó sorprender por ninguno de sus rivales. El alemán lideró la carrera por delante de Schumacher hasta que este último realizó su primera parada en la vuelta 12.
Pero un error de uno de los mecánicos de Mercedes o la impaciencia de Schumacher les jugaron una mala pasada y el heptacampeón del mundo volvió a pista con una rueda mal fijada, lo que terminó con esta saliéndose antes de llegar a la primera curva. Se produjo así el único abandono de la prueba, con un Schumacher que iba camino a ser por lo menos segundo en lo que habría sido su primer podio en su retorno a la Fórmula 1. Aunque siendo justos, a lo largo de todo el fin de semana Rosberg estuvo especialmente inspirado, pareciendo difícil que nadie pudiera llegar a batirle.
Esta situación dejó a Button en segundo puesto, tras haber realizado una buena salida y estar presionando a Schumacher en el momento de las paradas. Rosberg paró en la vuelta 13 y apenas tres vueltas después el hijo del campeón del mundo de 1982 volvía a estar en primera posición tras un breve liderato de Sergio Pérez, que siguió su táctica habitual de aguantar los neumáticos y parar tarde. El segundo stint de Rosberg duró veintiuna vueltas, tras las cuales montó los neumáticos medios -había salido con blandos y montado los mismos en su primera parada-, señal inequívoca de que iba a aguantar hasta el final.
Por detrás se vivió un interesante duelo entre pilotos que iban a dos paradas y otros que iban a tres. Esto hizo que Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel pudieran lograr unas posiciones muy apetitosas en pista pero se vieran superados fácilmente por sus rivales. De esta forma, los dos McLaren aprovecharon un inesperado tren de coches que iba desde la segunda hasta la décimo cuarta posición para ir saltando puestos de uno en uno hasta lograr ser segundo y tercero. Jenson Button se quedó con la posición más deseada de entre esas dos mientras que Lewis Hamilton podía conformarse con un tercer puesto habiendo salido séptimo.
Tras ellos, Mark Webber logró dar cuenta de su jefe de filas, que finalizó quinto. Menos suerte tuvo Räikkönen, aún ajustándose a la realidad de la «nueva» -para él- Fórmula 1 y cayendo hasta el décimo cuarto puesto. Tras Vettel, la zona de puntos quedó completada por Romain Grosjean, Bruno Senna, Pastor Maldonado, Fernando Alonso -noveno- y Kamui Kobayashi. Había sido un desarrollo de carrera esperanzador, por cuanto dejaba en evidencia que la mayoría de coches estaban muy igualados y de una carrera a otra, pequeños cambios de rendimiento podían alterar el orden de los equipos.
Rosberg y Mercedes fueron «sólo» los terceros piloto y equipo distintos en ganar en 2012 pero su triunfo fue el primero de los que podían no esperarse y junto al de Pastor Maldonado y Williams en Barcelona, una de las sorpresas de la temporada. Curiosamente, ambos equipos quedarían unidos por el destino con los años, primero con los motores alemanes para el equipo de Grove y luego con el paso de Valtteri Bottas de Williams a Mercedes… tras lograr el título finalmente Nico Rosberg. La serie de eventos que iban a terminar con la situación que actualmente vive la Fórmula 1 se había puesto en marcha…