El último Gran Premio antes del parón estival ya está aquí. El Gran Premio de Hungría cuenta con innumerables atractivos y, sobre todo este año, marcará un punto de inflexión en el campeonato. De aquí va a salir el campeón de verano, el piloto que estará prácticamente un mes entero siendo líder del mundial de pilotos de Formula 1, y que llegará del descanso en la posición de privilegio, trasladando más presión sobre los hombros de su rival. ¿Será Lewis Hamilton? ¿Será Sebastian Vettel?
El pasado Gran Premio de Gran Bretaña supuso, sin duda, un mazazo en la moral de Maranello gracias as los dos pinchazos (reventones) protagonizados por sus dos pilotos, que dejaron a un dominante Hamilton al frente del GP, en solitario, y se llevó una victoria espectacular succionando de un plumazo toda la ventaja que Vettel tenía en el bolsillo. El de Ferrari tan solo debía minimizar daños haciendo una carrera conservadora, pero Pirelli (y puede que alguna mala decisión) le dio la espalda.
Como decía Eloy en la crónica tras el pasado Gran Premio, el mundial está más desequilibrado hoy que a su inicio, en marzo. Un punto de diferencia no significa emoción e igualdad, sino todo lo contrario. Hamilton arrasó a placer, Bottas remontó de manera incontestable dando buena muestra del potencial del coche, de su habilidad personal, y del margen que tienen metido en el bolsillo. Un margen listo para utilizar cuando sea necesario, y Hungría será el lugar idóneo, no para dar un golpe moral, sino para destruir la confianza de sus competidores. Si los dos Mercedes copan la primera fila…
Con respecto a Ferrari, sabido ya que Pirelli se lava las manos exculpa al neumático del incidente de Kimi Raikkonen (se desprendió la banda de rodadura) al considerar que eso fue debido a impactos externos, probablemente por los pianos, solo pueden recuperar algo de aire dando la vuelta a la tortilla en el Hungaroring. Si tomásemos como referencia la carrera del año pasado, pensaremos que lo tienen muy difícil.
Sobre el resto de equipos, cabe decir que en este circuito no «importa» tanto la potencia y sí el manejo y la capacidad de cambiar de dirección con agilidad, así que es posible que nos encontremos con una buena carrera en al zona media en este Mónaco sin guardarraíles. Mi esperanza personal es que a los españoles «los dejen correr», sin incidentes en la primera vuelta y sin fallos mecánicos. ¿Será mucho pedir?
Algunos datos sobre el Gran Premio de Hungría
Para este año se espera un tiempo soleado y con temperaturas máximas de 32 o 33 ºC para el domingo alrededor de la hora de la carrera, lo que redundará en una temperatura en pista elevada que maximizará las bondades del circuito. No es un asfalto demasiado abrasivo (se renovó al año pasado antes del Gran Premio), y ofrece mucho grip. La sucesión de curvas sin descanso se traduce en que los neumáticos trabajarán a tope, sin apenas descanso. La configuración «básica» de los coches es de alto downforce y énfasis en el grip mecánico por encima del aerodinámico.
Será todo un reto para los pilotos porque la pista es rápida, en el fondo, y los nuevos monoplazas no admiten muchas bromas a la hora de dar gas y atacar las curvas. Puede ser un Gran Premio divertido.
