ESPACIOS
COMPETICIÓN
Cerrar CERRAR
Competición

7 MIN

Gran Premio de Italia 2006: Monza se rinde ante Michael Schumacher en el día de las emociones

La Fórmula 1 es un deporte que mueve masas y aunque en muchos países sigue estando por detrás del fútbol, la realidad es que sigue siendo un espectáculo para gente apasionada y que suele vivirse con el corazón. De entre todos los lugares que visita o ha visitado el Gran Circo, pocos son tan apasionados o representan la pasión por el automovilismo como Monza. La tierra de Ferrari, conocida como ‘Pista Magica’ suele ser un hervidero de tifosi del equipo de Maranello. Pero hay días en los que estas sensaciones vuelan por encima de las nubes, como el Gran Premio de Italia de 2006 en el que la victoria de Michael Schumacher combinada con el abandono de Fernando Alonso (principal rival del héroe de los italianos) y el anuncio de retirada del alemán nada más terminar la carrera generaron una situación nunca antes vista.

El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 llegaba a Italia tras una relativamente polémica actuación de Ferrari en Turquía. Por una vez, Jean Todt no había querido comprometer al segundo Ferrari y el no hacerlo le había costado a Schumacher terminar por detrás de Alonso en una carrera en la que el doblete italiano parecía seguro. Eran solo dos puntos pero ello hacía que Schumacher llegara a Italia a doce puntos de Alonso, líder de la general. El ganador en Istanbul Park, Felipe Massa, sería también protagonista de la otra polémica del fin de semana. El brasileño afirmó haber sido molestado por Alonso en la sesión clasificatoria y aunque los comisarios argumentaron que en Monza el efecto del aire sucio va mucho más lejos por las altas velocidades, muchos quedaron poco convencidos.

El resultado final fue el de la anulación de las tres mejores vueltas de Alonso en la Q3, de manera que desde la quinta posición original pasó a la décima. Aunque el resultado final no se viera afectado, la polémica estaba servida, sobre todo estando en Monza. Por delante, Kimi Räikkönen sorprendió con una espectacular pole position, apenas dos milésimas más rápido que Michael Schumacher. Nick Heidfeld dio la campanada al ser tercero y batir a Felipe Massa, mientras por detrás se encontraban Jenson Button, Robert Kubica, Pedro de la Rosa, Rubens Barrichello y los Renault de Giancarlo Fisichella y Fernando Alonso. Teniendo en cuenta el rendimiento de los McLaren y los Ferrari en 2006, era difícil no pensar en una victoria de Schumacher, mientras Alonso podría pasarlo mal para llegar al quinto puesto desde el que habría partido.

En la salida, Räikkönen mantuvo la primera posición por delante de Schumacher y un sorprendente Kubica, con Massa cuarto y Button quinto. Alonso pasaba por línea de meta séptimo tras la primera vuelta y era sexto en la segunda. Las posiciones se mantuvieron estáticas en cabeza hasta poco antes de la llegada de las paradas. Las tribunas estallaban en la vuelta 15, con Schumacher situándose en primera posición tras adelantar a un Räikkönen que paraba a boxes. Dos vueltas más tardó Schumacher, que para alegría y jolgorio de los aficionados locales, volvía a pista por delante del finlandés. Kubica pasó a liderar así un Gran Premio de Fórmula 1 por primera vez en tan solo su tercera carrera. La alegría le duró poco al polaco, que lógicamente también debía parar a boxes.

Mientras tanto, De la Rosa había abandonado con problemas en su motor, de manera que las esperanzas españolas quedaban solo con un Alonso que una vez realizadas los pasos por boxes, ocupaba una nada despreciable quinta posición. El primer objetivo sería superar a Massa, cuarto. Lo logró en la vuelta 39, ayudado por los problemas del brasileño que le llevarían a terminar fuera de los puntos. Solo tres giros después lograba dar cuenta también del joven Kubica. A falta de once vueltas para el final, Alonso había logrado recuperarse y ser tercero… pero a diez para el final, llegó el desastre para el de Renault y el delirio para los tifosi. El motor francés del R26 decía basta en la recta de meta y con ello, desaparecía su oportunidad de mantener la gran ventaja al frente del mundial. Con la victoria de Schumacher, la ventaja del asturiano pasaría a ser de doce a dos puntos.

Las primeras posiciones quedaron estabilizadas ya en la vuelta 45 y no hubo más cambios hasta el final, salvo un intercambio entre Ralf Schumacher y Vitantonio Liuzzi. Al frente de la carrera, Michael Schumacher controló su ventaja en los últimos giros y llegó a la línea de meta ocho segundos antes que Kimi Räikkönen y 26 antes que Robert Kubica, que se encontraba con un sorprendente tercer puesto. Giancarlo Fisichella salvó el honor de Renault al ser cuarto, apenas seis décimas por delante de Jenson Button y con Rubens Barrichello en sexta posición. Los últimos puntos fueron para Jarno Trulli y Nick Heidfeld. Con ambos pilotos españoles fuera de carrera y con la victoria de Schumacher, los seguidores españoles tenían un día duro por delante, aunque el mundial se ponía al rojo vivo.

Con tres carreras (China, Japón y Brasil) por delante, la gran noticia estaba aún por llegar. La presencia de Jean Todt no hacía más que alimentar un rumor que ya llevaba tiempo en marcha y cuando tras la ceremonia del champán llegó el momento de la rueda de prensa, la sorpresa se desveló por fin: Michael Schumacher anunció su retirada de la Fórmula 1 al término de la temporada 2006. Lo hacía por el futuro del equipo, creyendo que era el momento idóneo para designar a un sucesor al frente de Maranello. Tiempo después se supo que el alemán se vio ‘obligado’ a retirarse por el bien de Ferrari. Luca di Montezemolo se había hecho con los servicios de Kimi Räikkönen para 2006 y la presencia de Schumacher en el equipo habría dejado a Felipe Massa fuera de la escuadra.

Schumacher, ya con ciertas dudas, juzgó que el futuro era más importante y confirmó su retirada, convencido de que podía irse con un octavo título bajo el brazo y sin nada de qué arrepentirse. Habría podido ser una bella historia tanto para él como para Ferrari y todos su seguidores. No fue así, puesto que al final una rotura de motor en Suzuka y la desesperación por lograr lo imposible en Brasil hicieron que Fernando Alonso se llevara el título. Pero aquel 10 de septiembre en Monza, la mayor parte del circuito soñó en un final perfecto para la carrera deportiva del piloto más laureado de todos los tiempos. La victoria número 90 de Schumacher podía convertirse en 93 pero se quedó en 91 cuando apenas tres semanas después el alemán se impuso en el Gran Premio de China.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!
Cargando...