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Gran Premio de Japón 2003: Rubens Barrichello gana el día del título más difícil de Michael Schumacher

Los años de éxito de Michael Schumacher son recordados por muchos por el dominio aplastante que el alemán imprimió junto a Ferrari. Los ejemplos de 2002 y 2004 pesan fuerte sobre la consciencia colectiva, aunque pocos recuerdan que la temporada 2003 fue una auténtica batalla a tres bandas entre el Kaiser, Kimi Räikkönen y Juan Pablo Montoya que solo se resolvió en las dos últimas carreras de la temporada y que mantuvo en vilo a todo el mundo de la Fórmula 1 hasta prácticamente el último momento. De hecho, un título que parecía resuelto antes de Suzuka, estuvo a punto de darse la vuelta por completo en el circuito japonés en una carrera que mostró las dificultades por las que había pasado Schumacher a lo largo de todo el año.

El Gran Premio de Japón de 2003 era la última cita de la temporada y tras un espectacular Gran Premio de Estados Unidos en el que Michael Schumacher se sacó una victoria imposible de la chistera, el campeonato llegó a Suzuka sin estar aún decidido aunque con nueve puntos de ventaja del alemán sobre Kimi Räikkönen, estando Juan Pablo Montoya un punto por detrás. Esto dejaba al colombiano fuera de contención, aunque Williams seguía en liza por el título de constructores. Justo al revés que McLaren, sin opciones como equipo pero con su piloto estrella aún en la pelea por la corona mundial. Aún así, para ser campeón, Räikkönen habría necesitado un cero de Schumacher y una victoria propia que le llevara a la deseada primera posición en solo su tercer año en la Fórmula 1.

Antes del Gran Premio de Japón, se confirmó un cambio de pilotos, con Takuma Sato reemplazando a Jacques Villeneuve. El canadiense causó baja definitiva de BAR, permitiendo que Honda metiera a su pupilo en el coche número 16. Tras ser confirmado como piloto titular para 2004, ello permitiría al equipo evaluar al japonés al lado de Jenson Button. Y teniendo en cuenta su falta de rodaje competitivo, no lo hizo del todo mal, siendo décimo tercero en parrilla… aunque eso le dejaba cuatro puestos por detrás de Button, que había estado todo el año compitiendo. En las posiciones delanteras, también había historias a las que prestar atención. Barrichello marcó la pole position, por delante de Montoya, mientras Cristiano da Matta y Olivier Panis formaban una sorprendente segunda fila de parrilla.

Fernando Alonso y Mark Webber partían quinto y sexto, con los McLaren justo por detrás. Michael Schumacher solo pudo ser décimo cuarto, todo ello resultado de la lluvia que cayó en los últimos minutos de la sesión. Aunque la carrera complicaba la vida a Schumacher y le dificultaba incluso llegar a los puntos, una victoria de Räikkönen parecía improbable, de manera que el título parecía estar ya sellado. En la salida, Barrichello y Montoya mantuvieron las posiciones en primera instancia… pero el voraz colombiano dio cuenta del piloto de Ferrari en Spoon, escapándose al frente de carrera hasta tomar cuatro segundos de ventaja. Tercero era Alonso, aprovechando el excelente control de tracción del Renault para recuperar posiciones, mientras los McLaren daban superaban a los Toyota sin demasiada dificultad y con Coulthard permitiendo que Räikkönen le superara en la vuelta 3.

Schumacher no había tenido un gran inicio pero llegó a ser décimo… y cuando en la vuelta seis intentó superar a Sato, la maniobra acabó en contacto entre ambos, lo que obligó al alemán a pasar por boxes para cambiar el frontal de su monoplaza, yendo a parar a la última posición. Solo tres vueltas después, Montoya tuvo que retirarse por problemas hidráulicos, lo que le daba el liderato a Barrichello. Tras la primera tanda de paradas, el brasileño seguía en cabeza por delante de Alonso, Coulthard y un Räikkönen que empezaba a soñar con el título. La situación se volvió aún más a su favor cuando Alonso se vio obligado a retirarse en la vuelta 17 por un fallo del motor. El asturano había parecido ser capaz de pelear por la victoria, de manera que su abandono era especialmente bueno para Räikkönen. Aún así, el principal escollo del hombre de McLaren estaría en un Barrichello muy acertado que seguía escapándose al frente de la carrera.

Mientras tanto, el otro Ferrari iba recuperando posiciones poco a poco, hasta encontrarse con su hermano Ralf y con Sato. La carrera prosiguió con Barrichello al mando y los McLaren en posiciones de podio. Las distintas estrategias hacían que Michael Schumacher llegara a ser sexto tras las paradas, aunque sabiendo que tenía que parar una vez más. Tras pasar por boxes… era octavo. Suficiente para ser campeón, pero no por mucho. El equilibrio de su sexto título se basaba en mantenerse octavo y que Barrichello no cediera ante los McLaren. Aunque por el desarrollo de la carrera, Coulthard se había situado por delante de Räikkönen, el escocés cedió el paso a su joven coequipier, ayudándole para que intentara lanzarse a por el liderato de la carrera; su única opción de título.

Por detrás, Schumacher llegó a tener un encontronazo con su hermano mientras peleaban por la octava posición que acabó con el Williams en boxes. Viendo la situación, el entonces aún pentacampeón decidió no arriesgar y conformarse con el octavo puesto y no atacar a Da Matta, quien andaba séptimo. En cabeza, Rubens Barrichello supo aguantar la posición hasta el final, cruzando la bandera de cuadros primero con once segundos de ventaja sobre Kimi Räikkönen, que a pesar del esfuerzo y la tensión, se quedó sin título por un solo punto a pesar de haber competido en 2003 con un coche evolucionado del de 2002 en lugar del revolucionario MP4-18 que nunca estuvo listo para correr. El podio lo completó David Coulthard en un día agridulce para el equipo de Woking.

En las restantes posiciones de puntos, Jenson Button llegó cuarto, por delante de Jarno Trulli y un satisfecho Takuma Sato que puntuó en su única aparición de la temporada. Por segundo año consecutivo, sumaba puntos en casa, dándole en aquel momento un récord ‘perfecto’ de puntuar en Suzuka. Cristiano da Matta y Michael Schumacher conquistaron los últimos puntos y en el caso del alemán, un título que le había costado sangre, sudor y lágrimas. Los neumáticos Michelin habían rendido mejor y los Williams y McLaren habían sabido sacarle el mejor partido a la situación. Si el título se quedó en Maranello, ello se debió solo a un poco de fortuna y las buenas manos de un Schumacher que, como siempre, ya estaba pensando en el título de la temporada siguiente, sin saber que sería el último.

En el anecdotario, el Gran Premio de Japón de 2003 fue el último para un número de pilotos: Heinz-Harald Frentzen, Jos Verstappen, Ralph Firman, Nicolas Kiesa y el añorado Justin Wilson, que venía de sumar su único punto en la Fórmula 1 en Estados Unidos y terminó décimo tercero en Suzuka. También fue el último podio de David Coulthard con McLaren, tardando casi tres años en volver a estar entre los tres primeros, ya con Red Bull. Finalmente, fue la última vez que Suzuka cerró la temporada de Fórmula 1. También se cumplieron aquí las participaciones número 50 de Kimi Räikkönen y Juan Pablo Montoya en la categoría reina. Curioso, puesto que ambos estaban destinados a acabar siendo compañeros de equipo en poco más de un año. Aunque sus destinos serían muy distintos…

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