El Gran Premio de Singapur es una de las carreras con menos historia en la Fórmula 1. En 2018, se cumplirán ‘solo’ diez años de la primera edición de la popular cita asiática, en la que la victoria de Fernando Alonso quedaba empañada por el ‘Crashgate’ que quedó destapado un año después en lo que era una victoria que jamás debió haberse mantenido. Afortunadamente, el primer evento nocturno de Fórmula 1 de la historia de la categoría ha tenido otras carreras fantásticas, algunas de ellas con un significado especial para el Campeonato del Mundo. La edición de 2012 es una de las más significativas, con una importante victoria de un Sebastian Vettel desatado, mientras Fernando Alonso apenas aguantaba en el podio y Lewis Hamilton perdía un triunfo seguro por falta de fiabilidad del motor Mercedes de su McLaren. Un retrato de la temporada 2012.
La Fórmula 1 llegó a Singapur en septiembre de 2012 para la décimo cuarta carrera sobre un total de veinte programadas y con Fernando Alonso sólidamente situado al frente de la general. Tras el asturiano, Lewis Hamilton era segundo a 37 puntos, con Kimi Räikkönen a 38 y Sebastian Vettel a 39. Mark Webber andaba algo más lejos, a 47. Todo parecía indicar que el español lo tenía muy bien para lograr el título, aunque para ello tendría que aguantar el envite de sus rivales. En especial, Vettel y Hamilton eran los más indicados para hacerlo, contando con monoplazas competitivos y con buenas manos que deberían marcarles como candidatos al título a pesar de la lejanía. Mientras tanto, Alonso estaría obligado a defender el fortín con carreras sólidas y sin cometer errores que le quitaran valiosos puntos.
El primer mensaje lo mandó un excelente Lewis Hamilton, con casi medio segundo de ventaja en la sesión clasificatoria. El británico fue el más rápido en la Q2 y en la Q3, demostrando lo cómodo que se sentían tanto él como McLaren en el Marina Bay Street Circuit. pero la gran sorpresa estaba a su lado, en forma de un Pastor Maldonado que se coló de forma inesperada en primera fila. El venezolano batió a Sebastian Vettel y Jenson Button, tercero y cuarto respectivamente. Fernando Alonso solo pudo ser quinto, aunque peor lo tenían otros pilotos como Mark Webber (séptimo), Kimi Räikkönen (duodécimo) o Felipe Massa (décimo tercero), muy por debajo de lo esperado. Completaban el top 10 Paul di Resta en sexta posición, Romain Grosjean en octava y los Mercedes de Michael Schumacher y Nico Rosberg en quinta fila. Por su parte, los HRT ocupaban la duodécima y última fila con Pedro de la Rosa por detrás de Narain Karthikeyan.
La carrera comenzó con un Hamilton que mantuvo la cabeza mientras Maldonado caía hasta la cuarta posición. El piloto de Williams cedió demasiado pronto ante Vettel y Button, que se situaban segundo y tercero respectivamente. En las primeras posiciones, todo se mantuvo igual hasta la fatídica vuelta 23, en la que Hamilton tuvo que retirarse por rotura de su caja de cambios cuando parecía tener la carrera dominada. Ello hizo que Vettel heredara la primera posición que parecía no tener amenaza alguna por parte de sus rivales. El alemán, en un circuito perfecto para las fortalezas de su coche, no dejó títere con cabeza. Pero en un trazado que es conocido por ser extremadamente desafiante tanto para coches como para máquinas, aún quedaban acciones espectaculares.
La primera se produjo en la vuelta 30, cuando Karthikeyan se salió de pista y golpeó el muro en la curva 18, causando la salida del coche de seguridad. Mientras tanto, Maldonado se retiraba con problemas hidráulicos después de una parada fuera de secuencia que parecía apuntar al que acabó siendo su destino. Cuando la carrera se relanzó por fin varias vueltas después, apenas dos giros tras la bandera verde un nuevo accidente centró la atención en Singapur, cuando Schumacher golpeó el coche de Vergne y ambos quedaron fuera de combate. No sería el último abandono, con un Senna cuyo motor dijo basta a dos vueltas del final. Técnicamente, el coche del brasileño se rompió a falta de cuatro vueltas, pero con la carrera llegando al límite de dos horas, esta terminó dos vueltas antes de lo previsto.
Sebastian Vettel logró así segunda victoria consecutiva en Singapur y el que era solo su segundo triunfo en 2012, el primero desde Bahréin. El alemán estaba a punto de entrar en una gran racha de resultados que le vería lograr cuatro victorias consecutivas que construirían su mundial, ayudado por la falta de fortuna de un Alonso que era tercero en Singapur pero que tendría un cero en Suzuka dos semanas después. Entre ellos, Jenson Button completó una carrera sólida para firmar su cuarto podio del año, penúltimo suyo en 2012. De hecho, esta fue la última vez que el campeón del mundo de 2009 terminó en segunda posición, , con solo dos podios por delante en la Fórmula 1: la victoria del Gran Premio de Brasil de 2012 y el tercer puesto heredado tras la descalificación de Daniel Ricciardo en el Gran Premio de Australia de 2014.
Paul di Resta completó una gran carrera en cuarta posición, a menos de cuatro segundos de Fernando Alonso para firmar el mejor resultado de su tiempo en la Fórmula 1. De esta forma, el quinto de Nico Rosberg situaba a la marca de la estrella con el peor equipo que montara sus motores en Singapur. Para la estructura de Brackley, llegaba un momento crítico que solo empezaría a resolverse en 2013. La zona de puntos la completaron Kimi Räikkönen y Romain Grosjean en los Lotus y tres monoplazas con motor Ferrari, capitaneados por Felipe Massa en octava posición por delante de Daniel Ricciardo y Sergio Pérez. Mucho más atrás, Pedro de la Rosa logró terminar la carrera a una vuelta del ganador, clasificándose en décimo séptima posición e igualando su mejor resultado del año.