No habrá un regreso, ni seguramente esa opción que se puso sobre la mesa de rotar con otro Gran Premio del calendario. Los responsables de la ronda francesa, el GIP (Groupement d’Intérêt Public), votará esta misma semana si finalmente se toma la decisión de disolverse, una votación que por tanto podría terminar por dictar una sentencia definitiva para el Gran Premio de Francia que se celebraba hasta este año en el Circuito de Paul Ricard.
Tras quedarse fuera del calendario de 2023 a pesar de los esfuerzos y las reuniones con Liberty Media, así como el interés de otros trazados entre los que se encontraba la opción de organizar una carrera urbana en Niza, la cita francesa parece estar cada vez más cerca de cerrar una etapa desde el regreso de la cita en 2018, todo ello tras una etapa en la que la Fórmula 1 había dejado de visitar un país que durante años fue uno de sus pilares fundamentales, tanto en materia de pilotos, como de equipos, patrocinadores y aficionados.
Es el final de una gran historia. Lástima que termine con todo el esfuerzo realizado para que la edición de 2022 salga a la perfección. Desde hace cinco años, la región PACA (Provence-Alpes-Côte d’Azur) ha permitido que este evento regrese al calendario y permita que nuestro país se presente nuevamente al más alto nivel – Éric Boullier a AutoHebdo
Las esperanzas no se han perdido hasta prácticamente el último día, e incluso después de la carrera de este año, el presidente del GIP, Christian Estrosi, se mostró combativo e ilusionado con poder llevar adelante un nuevo acuerdo: “Nuestro contrato finalizó esta tarde. Estamos en medio de una discusión, y no me resigno. Es el mejor Gran Premio que hemos organizado, con un feedback que nos permite volver a competir por un puesto en el calendario. Este magnífico evento deportivo y popular debe tener una secuela. Ayer volvimos a hablar con Stefano. Al mismo tiempo, también discuto con Emmanuel Macron, quien está convencido de que mantener un evento francés en el campeonato mundial de F1 es importante para la influencia del país”.
La entrada de Las Vegas, el regreso de Qatar y la opción de viajar de nuevo a Kyalami, así como las propuestas de otros destinos fuera de Europa, todo ello se convierte en un muro muy difícil de escalar para todos los promotores de Grandes Premios en el Viejo Continente, los cuales cada vez tienen más complicado superar todas estas dificultades, así como contrarrestar ese flujo económica que llega de determinados mercados que han elevado los cánones a un estándar difícil de igualar.
