Hacía mucho, fácilmente treinta años, desde el accidente de Gerhard Berger en Tamburello, que la Fórmula 1 no presenciaba un accidente tan impactante como el sufrido hoy por Romain Grosjean en los primeros compases del Gran Premio de Bahréin 2020. El francés puede dar gracias a todos los avances en materia de seguridad de la categoría reina por seguir vivo y haber salido ileso del mismo.
El piloto de Haas se cruzó por delante de Daniil Kvyat, posiblemente tratando de esquivar a su compañero Kevin Magnussen, en la segunda recta del trazado de Sakhir, y el impacto con el AlphaTauri le catapultó hacia una zona donde sólo había guardarraíles. El choque partió su Haas en dos y provocó una explosión. Lógicamente la realización oficial evitó dar detalles hasta comprobar que Grosjean se encontraba relativamente bien (si bien cojeaba y fue trasladado a un hospital), pero el resultado, con medio coche por un lado y el cockpit incrustado en el amasijo de hierros asusta.
El Gran Premio de Bahréin fue obviamente interrumpido con una bandera roja y se encuentra a la espera de que los comisarios de pista logren reparar el lugar del impacto.
El monoplaza de Grosjean ha quedado partido en dos… lo decíamos, un milagro. #BRNmovistarF1 pic.twitter.com/Vsv61NHcUe
— F1 en Movistar Plus+ (@movistar_F1) November 29, 2020
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