Aunque han pasado ya más de tres décadas de su abolición, el reglamento de los Grupo B y sus protagonistas siguen siendo algunos de los vehículos más añorados por los aficionados. En plena era de los vehículos híbridos, del gran interés por parte de los fabricantes de construir nuevos vehículos eléctricos, sin duda parece descabellado el hablar de compra un MG Metro 6R4 de ‘kilómetro cero’ con apenas 11 kilómetros y 33 años de vida al que ni tan siquiera se le ha retirado todavía el plástico que cubre los asientos.
Salió de la fábrica de Abingdon a finales de 1986 y fue transportado directamente a la casa del comprador en remolque, tan solo ha tenido dos propietarios, el último de ellos lo adquirió hace ya 16 años y desde entonces lo ha tenido en su colección estática privada (en el museo de Donington Park desde 1996 y 2002), algo similar a lo que había ocurrido con Audi y su Grupo S, impoluto hasta que en Ingolstadt decidieron sacarlo del almacén y mostrarlo a todos en el Eifel Rallye Festival.
Como curiosidad, este vehículo fue vendido como kit, razón por la que los asientos no son los baquets de competición y se entregó a su comprador sin los alerones instalados (los mismos que empleaba el FW06 en el Mundial de Fórmula 1) con la posibilidad de montarlos en apenas 20 minutos. El monocasco era de acero y se apostó por unos paneles de fibra de vidrio, aunque posteriormente la evolución de la que solo nacieron 20 unidades en configuración Evo que utilizaban el kevlar como material para estos elementos.
¿Por qué venderlo como un kit? En esos momentos en el Reino Unido no estaban muy por la labor de que un coche así, con tantas vibraciones, de alta sonoridad e incomodo como el 6R4 se pudiera producir en este caso en masa, por lo que la compañía decidido venderlo como una versión clubman en lugar de coches completamente preparados con la configuración de Grupo B de calle. Según los datos de John Davenport, esto le supuso un ahorro de más de 2,5 millones de euros a Austin-Rover y casi 18 meses de trabajo en las líneas de producción.
Para los que se lo pregunten, sí, en posición central se mantiene el motor V6 de 3.0 litros atmosférico original y con apenas 11 kilómetros, siete de ellos en carretera en el odómetro y el resto realizaos para mantener la mecánica en condiciones. El mismo propulsor que en sus versiones iniciales se quedaba sin fuelle a partir de las 5.000 rpm, pero que era capaz de hacer el 0 a 100 km/h en apenas 2,8 segundos, pero que en su versión clubman entregaba algo más de 250 CV, aunque con ligeros retoques se podría tener listo para competir en condiciones ‘Grupo B’. Las cifras en las que se apunta que podría moverse en la subasta de Silverstone Auctions el próximo 28 de julio es de entre 225.000 y 270.000 euros.
Fotos e Info | Silverstone Auctions