Lo necesitabamos todos: aficionados, medios, rivales y hasta el propio campeonato. Está claro que António Felix da Costa y DS Techeetah se alzarán con el título 2019-20 de la Fórmula E, pero un certamen tan reñido como el ideado por Alejandro Agag no iba a digerir bien un dominio tan aplastante como el ejercido por el luso hasta el momento. Y afortunadamente una mala sesión de clasificación abrió la puerta a que tuviéramos nuevo ganador, ocasión que aprovechó Maximilian Günther a la perfección.
Decimos bien que la sesión de la clasificación fue la clave, pues Da Costa no pasó el corte de su grupo y se vio abocado a salir noveno. Eso sí, su compañero Jean-Éric Vergne (que jura pretender ayudarle en la conquista del título…) fue quien se hizo con la pole con casi medio segundo de renta sobre Maximilian Günther, dejando patente una vez más la superioridad de DS Techeetah a una vuelta. Completaron la Superpole, d’Ambrosio, Vandoorne, Lynn y Frijns.
Siendo Mahindra el único equipo que coló dos coches en Superpole, las cosas pintaban muy bien. Y más aún cuando Jérôme d’Ambrosio le ganó la partida a Günther en los compases iniciales, viéndose el alemán también presionado por Alex Lynn. Pero como ya ocurrió en ocasiones anteriores poco a poco se fueron para atrás y Günther fue de nuevo la mayor amenaza a Jean-Éric Vergne tras un comienzo plácido. Mientras tanto su compañero Da Costa se situaba octavo, a la espera de acontecimientos.
Estos siempre llegan en Fórmula E y esta vez fue en forma de un rarísimo accidente en cadena que se cobró las carreras de James Calado, Sergio Sette Camera y Neel Jani. Para la anécdota queda cómo el coche del brasileño se cayó de la grúa bajo Safety Car… De hecho no fue una gran vuelta para Brasil, pues casi al mismo tiempo Felipe Massa tocaba a Lucas di Grassi, quien intentaba aprovechar el Attack Mode y perdía tres puestos. El incidente acabó en sanción para el subcampeón de F1.
El Safety Car fue la ocasión perfecta para que Günther se lanzara a por Vergne, aunque calculó mal a la hora de tomar su Attack Mode, quedó encajonado y cayó al quinto puesto, perdiendo la opción de atacar entonces al galo. Por detrás, Stoffel Vandoorne demostraba una vez más ser uno de los hombres con peor suerte del campeonato y se despedía de sus opciones de un buen resultado al pinchar.
En todo caso el BMW de Maximilian Günther tenía más ritmo y más batería que Vergne. Era cuestión de tiempo que llegara su oportunidad. Y terminó llegando a cuatro minutos del final, adelantando al vigente campeón, que debiendo mirar mucho por su energía disponible también abrió la puerta poco más tarde a Robin Frijns. El neerlandés de Virgin se pegó a Günther más en la última vuelta no encontró el hueco, debiendo conformarse con cruzar meta a sólo 128 milésimas. Vergne conservó el podio defendiéndose con uñas y dientes… de su propio compañero, António Felix da Costa, a su vez presionado por Lotterer. Cerraron la zona de puntos Rowland, D’Ambrosio, Di Grassi, Evans y Sims.
Este triunfo permite a Maximilian Günther colocarse como el más inmediato perseguidor de Da Costa en el campeonato, a 68 puntos del portugués, seguido de Di Grassi (+76) y Evans (+78). Pero todo sigue de cara para António Felix, que debería proclamarse campeón este domingo salvo debacle.
Foto | BMW Motorsport