Como ya avanzamos ayer, el culebrón entre HAAS y Uralkali podría no haber terminado. El equipo estadounidense confirmó que el pasado viernes por la tarde había procedido al pago del dinero que adeudaba a la compañía rusa después de la resolución del caso entre ambas partes por parte del tribunal de arbitraje suizo. Esto parecía liberar definitivamente a la escudería, que podría afrontar con total normalidad el viaje hacia Italia para disputar el próximo Gran Premio. Esto no ha sido así.
Cuando nueve de las 10 escuderías ya tenían preparados sus bártulos en el paddock y garajes del Circuito de Zandvoort para montarlos en sus respectivos camiones, un equipo todavía aguardaba. HAAS no ha podido resolver la situación y al no haberse confirmado el pago con su antiguo patrocinador, su equipamiento y sus dos coches no han podido ser recogidos y preparados para ser transportados al próximo evento.
La amenaza de que el equipo y los coches serían incautados se ha cumplido en parte, por lo tanto, con la justicia neerlandesa restringiendo la salida de la estructura y la amenaza legal de que en caso de hacerlo antes de recibir el visto bueno tras el pago de una suma que está en torno a los 9 millones de dólares, podría enfrentarse a cargos criminales mucho más graves por desobediencia.
Se desconoce por el momento si ya se ha llegado a un acuerdo para la entrega de un monoplaza de la temporada 2021 tal y como tienen obligación en la estructura norteamericana por el acuerdo de patrocinio al que llegó en su momento con Uralkali. Sí se sobreentiendo que la confirmación de la transferencia económica no habría llegado por lo que se tendrá que esperar hasta la apertura de los bancos el lunes para comprobar que se ha procedido a dicha liquidación y que ya entonces el equipo pueda partir hacia Monza.
En dicho caso, la presencia de HAAS en el GP de Italia no se vería prácticamente alterada, pero de sufrir nuevas demoras se podría entrar en una situación completamente crítica.