En México se acabó toda pelea importante por cualquier tipo de trofeo. El GP azteca solventó todo lo que había que solucionar, pero lo hizo de forma poco común e inesperada en su gran medida. El resultado final fue igualmente el que se esperaba, la proclamación de Lewis Hamilton como tetracampeón del mundo de Fórmula 1. Mercedes obtuvo en Austin su cuarto título de Constructores y el nuevo cetro de Hamilton le da a la marca alemana el doblete de campeonato por cuarta temporada consecutiva, dejando aún más claro su dominio en la era turbo actual.
El toque inicial decidió la carrera y el título a la vez: Max Verstappen adelantó por el exterior de la curva 2 a Sebastian Vettel, que se vio apartado y no pudo evitar chocar con Hamilton después de la tercera curva. El alerón dañado del alemán y el pinchazo del inglés les obligaron a parar al final de la primera vuelta, descartándose ambos en la lucha por la victoria. Al de Ferrari y al de Mercedes les esperaba una carrera larga en plenas remontadas, que por lo menos darían un cierto espectáculo.
No hizo falta ver ningún tipo de emoción en la lucha por el triunfo, dónde Verstappen dominó el Gran Premio desde el comienzo, distanciándose de Valtteri Bottas cómo y cuando quiso y cruzando la meta veinte segundos por delante del piloto de Mercedes. Red Bull consolida su tardía mejoría con su segunda victoria en cuatro carreras, fruto también de un Verstappen inspiradísimo que demostró que tener un buen coche ayuda al frente y que 2018 puede ser el año del regreso a la lucha encarnizada del equipo austríaco.
Bottas fue segundo en una carrera anónima por su parte, por delante de Kimi Räikkönen. Ambos finlandeses no tuvieron respuesta al ritmo de Verstappen, remontando el de Ferrari con la ayuda del Virtual Safety Car durante el cual realizó su única parada en boxes, que le ayudó a superar a los Force India. Vettel acabó cuarto, siguiendo en la zona de puntos un sólido Esteban Ocon que llegó a estar en podio y le ganó la partida a Sergio Pérez, un correcto Lance Stroll que se coló entre los Force India y tuvo suerte con el VSC pero también demostró un ritmo regular; otro afortunado piloto en un Kevin Magnussen defensivo, Hamilton y un peleón Fernando Alonso.
Vettel demostró su empuje y sus ganas de ganar en una remontada espectacular. El de Ferrari adelantó a todo lo que se encontró por el camino, siendo su lugar favorito pero el único la primera curva. El efecto del DRS y las apuradas de frenada máxima le permitieron superar ahí a las duplas de Toro Rosso, Haas y McLaren. Dónde más se la jugó el alemán fue con Felipe Massa, a quien adelantó al principio en una maniobra con medio coche fuera de la pista (fruto de la defensa extrema del brasileño) y con Sergio Pérez; ambos acabaron cediendo en las curvas 4 y 5. Vettel no cesó en su empeño pero el mayor ritmo final, vuelta rápida incluida, solo le salvó del doblaje y le confirmó la pérdida de las opciones que tenía para su quinto título.
Hamilton fue más tranquilo. El golpe inicial dejó al inglés con un pinchazo y más lejos de los demás que Vettel. Tardó 20 vueltas en rebasar a Carlos Sainz, que también sufrió un pinchazo en los compases iniciales de carrera, aunque el adelantamiento al madrileño destensó a un piloto de Mercedes que comenzó a progresar a marchas forzadas. La aparición del VSC mandó por segunda vez al británico a boxes, con un segundo juego de neumáticos cuyo mejor rendimiento sí aprovechó hasta alcanzar la novena posición en meta. Solo Alonso resistió los ataques de Hamilton con dos bonitas maniobras de defensa en el primer sector del circuito.
Los dos ya tetracampeones se aprovecharon de la Virtual Safety Car para montar un segundo juego de neumáticos nuevos, perdiendo poco tiempo en sus remontadas respectivas. Stroll, Magnussen y Alonso cogieron al vuelo ese parón, mientras que Felipe Massa fue el gran perjudicado al parar muy pronto y verse superado por ritmo y por esas paradas con menos tiempo perdido que los demás. Stoffel Vandoorne presionó sin éxito a Massa al final, acabando por delante de Pierre Gasly, Pascal Wehrlein y un lento Romain Grosjean.
La debacle de la carrera fue la poca fiabilidad de Renault, con hasta cuatro coches propulsados por la marca del rombo viéndose obligados a abandonar. Sainz cayó a falta de 12 vueltas, tras una carrera discreta propiciada por un golpe y pinchazo al comienzo; su sustituto en Toro Rosso, Brendon Hartley, se fue antes de tiempo con problemas de motor. También cayeron Nico Hülkenberg, que parecía rozar el podio o por lo menos quedarse cerca del top 5, y un Daniel Ricciardo de quien no se tuvieron apenas referencias en un fin de semana olvidable del australiano.
