De partida una competición que rechaza la telemetría, restringe la aerodinámica, emplea motores V8 de casi seis litros y hasta hace bien poco empleaba aún carburadores no parece que esté a la vanguardia del automovilismo mundial. Sin embargo la NASCAR siempre ha hecho esfuerzos por cuidar su imagen e incluso hace unos años (antes de la hibridación de Le Mans y el nacimiento de la Fórmula E) AUTOSPORT no dudó en calificarla de una de las competiciones más verdes del mundo. Por ello quizá no suene tan extraño que vea con buenos ojos un posible futuro eléctrico.
El debate lo ha reabierto un interesante artículo de Automotive News que recoge declaraciones tanto de General Motors como de Ford acerca de sus apuestas por los vehículos eléctricos. Además se menciona también el posible interés de Nissan por adentrarse en el campeonato y la importancia del Leaf para la marca nipona. De hecho nosotros añadimos que Volkswagen estuvo muchos años pensándose entrar en NASCAR y una electrificación del campeonato ayudaría dada su dañada imagen en EEUU tras el ‘dieselgate’.
En todo caso no olvidemos que la NASCAR, por su estructura, lo tiene aún más fácil para dar cabida a los vehículos eléctricos sin arriesgar la joya de la corona, la actual Monster Energy Cup Series. Del mismo modo que en los noventa se creó el certamen de Trucks para que los fabricantes pudieran poner en pista sus pick-ups, no sería descabellado ver una categoría para coches eléctricos en algunas citas de la NASCAR. Como curiosidad habría que recordar que no sería la primera competición de vehículos eléctricos en óvalo, pues tal honor corresponde a la extinta Fórmula Lightning.
Via | Automotive News