Cuando piensas que ya nada te puede sorprender dentro del automovilismo, viene la vida y te devuelve el golpe. Algo así podríamos utilizar como metáfora previa a las dos creaciones de ‘carreras’ que os traemos hoy, ambas procedentes del mismo lugar, la bella Italia, y ambas presentes en el mismo evento: el Driving Fast Day 2017 que se celebró hace apenas unos días en el Circuito de Varano.
El primero de ellos se adapta a la perfección a la palabra injerto. Y es que esta especie de barqueta decorada con los colores de Martini Racing y con la parrilla frontal del Lancia Delta cuenta en sus entrañas con el motor 4 cilindros (compresor volumétrico y turbo incluidos como marca la tradición) proveniente del Delta S4, el cual eroga más de 500 CV de potencia.
Prácticamente no es más que una silueta poco atractiva sin mayores elementos aerodinámicos que su propio diseño que el pequeño spoiler trasero integrado. Todo parece heterogéneo, sin cohesión con el resto, como si hubiera sido diseñado por un niño pequeño soñador y apasionado por los coches, incluido obviamente esa jaula que aloja al piloto y los chillones retrovisores que incorpora en la misma. Hace buena la frase de “no hay coche feo si es rápido en el circuito”.
Frotaros los ojos y tomad aliento, porque el siguiente ejemplo va aún más allá. Dentro de sus posibilidades, este prototipo artesanal parece haber contado con unos recursos más limitados que el anterior, sin embargo, lo ha compensado a base de ingeniero y grandes dosis de imaginación. La base es un FIAT X1/9 al que su dueño, Albano Fabbri, lo ha modificado hasta el extremo, tanto mecánica como aerodinámicamente.
Y es que no es el motor de Yamaha R1 de 1.000 cc lo que más destaca del conjunto a pesar de sus 175 CV de potencia que mueven a la perfección este pequeño prototipo. No es nada que no hayamos visto anteriormente en Diariomotor Competición, dónde ya hemos mostrado anteriormente otros modelos de la categoría Proto P2, la cual aprovecha pequeños utilitarios italianos y le da una vuelta de tuerca acoplándole un motor de moto al eje trasero. ¡Lo mejor de este coche se encuentra en su aerodinámica activa!
Y es que el creador de esta bestia ha ideado no sólo un sistema de DRS similar al que nos podremos encontrar esta temporada en el Campeonato Alemán de Turismos, sino que además ha creado unos flaps delanteros que se direccionan en el mismo ángulo que las ruedas para ayudar a la estabilidad en curva rápida. El colofón sin duda lo pone el codo y el segmento de tubería de PVC que sirve como admisión para el motor. Un coche del que hasta el propio MacGyver estaría orgulloso. ¡Ah! Por cierto. Si habéis sido lo suficientemente observadores también os daréis cuenta de que ha copiado el sistema de efecto suelo que también adoptaban los monoplazas de la Fórmula 1 de 1980.