Aún no ha vivido su primera cita y tan sólo tiene un equipo confirmado, SPV Racing, pero el Electric GT Championship sigue intentando transmitir una imagen sólida tanto de cara a posibles equipos y pilotos interesados como a inversores. El último paso ha sido dar a conocer su hoja de ruta para sus cinco primeras temporadas, en un movimiento que recuerda bastante a los primeros pasos dados por la Fórmula E.
La idea de Electric GT Holdings es que el EPCS V2.3 Tesla P100DL que vimos rodar hace pocos días en el Circuit de Barcelona-Catalunya sea tan sólo una base. De hecho el campeonato está abierto desde el minuto uno a otros coches siempre y cuando el chasis, la transmisión y el motor sean desarrollados por un fabricante que además fabrique al menos 500 unidades del modelo de calle. Además éste debe ofrecer una potencia de al menos 70 kWh, un peso de entre 1.200 y 2.500 kilos y unas dimensiones en torno a un 15% de las del Tesla ‘oficial’.
El peso mínimo del vehículo de carreras irá evolucionando durante los tres primeros años, hasta pasar a un reglamento mucho más abierto en la cuarta temporada, citándose unas «especificaciones del estilo de los GT o LMP cerrados». Los responsables del campeonato aseguran que este planteamiento ya ha atraido el interés de varios fabricantes asiáticos.