El calendario de la Fórmula 1 tiene lista de espera permanente prácticamente desde sus comienzos y la entrada de una nueva década ayuda a que países ambiciosos busquen nuevos métodos para engancharse al denominado Gran Circo del automovilismo. España, Reino Unido, Alemania, Italia y México finalizan contrato esta temporada, con especial complicación para las renovaciones de las populares citas en Silverstone y en el Hermanos Rodríguez, la espera de capital nuevo para Monza y Montmeló (cuya última firma a largo plazo tuvo lugar en 2007) y la incógnita de la aportación de Mercedes en la ronda de Hockenheim.
Vietnam ocupará una plaza del calendario en 2020 y se ha hablado de la posible llegada de Miami y el regreso a Argentina. Pero la mayoría de rumores de una nueva incorporación vienen por el Gran Premio de Holanda. La popularidad de Max Verstappen y su elevada legión de aficionados son el principal motivo por el que se plantea la vuelta de una carrera que cayó de repente por culpa de la mala gestión económica de sus propietarios en 1985, año en que Niki Lauda venció el último GP neerlandés. Holanda es la segunda cita más antigua ausente en el calendario (tras la de Suiza) y la que más se disputó entre las que no figuran en las 21 actuales.
Sin embargo, no parece que el gobierno del país vaya a ayudar a la celebración del evento en 2020 por disposiciones monetarias y conceptuales. Tanto Zandvoort como Assen han mostrado su interés en ser la sede del Gran Premio holandés y aunque Zandvoort dispone de una mesa de diálogo directa con Liberty Media en el proceso de negociación, parece que los responsables del circuito tienen que llegar a un acuerdo con la empresa gestora de la Fórmula 1 a finales del próximo mes de marzo. El GP no entra en los planes del ejecutivo a pesar de los posibles beneficios económicos, según el ministro de Cuidados Médicos Bruno Bruins.
El gobierno cree que los impuestos del país no deberían gastarse en una carrera de Fórmula 1. El hecho de ser un evento anual no justifica el desembolso en un deporte perteneciente a una empresa estadounidense y otros acontecimientos comerciales se celebran sin apoyo del estado. La administración también quiere promover la vida sana y el ejercicio físico de los jóvenes holandeses y la F1 no entra dentro de nuestra política de apoyo al deporte.
La limitación presupuestaria no ha frenado a los gestores de Zandvoort, cuyo director Robert van Overdijk agradece el apoyo del ministro en busca de otros métodos de financiación para futuras negociaciones con Liberty Media. Desde Assen dicen tener el dinero preparado para quedarse con el Gran Premio, cuya inversión inicial de 20 millones de euros aumentaría en la organización de la carrera y sus posibles modificaciones al trazado. Assen y Zandvoort son Grado 2 en el esquema de la FIA, pero Charlie Whiting visitó los dos circuitos recientemente para garantizar que no necesitarían realizar muchos cambios en sus medidas de seguridad.